El actual gobierno tiene como
objetivo duplicar la visita de turistas extranjeros, vale decir de 3.5 millones
a 7.0 millones de visitantes. Una meta
importante y de cumplirse, traerá importantes beneficios para nuestro país;
sabedores del impacto que tiene “la industria sin chimeneas” en la economía
(generación de empleos directos e indirectos, divisas y desarrollo en las zonas
de influencia).

Una buena medida, tendiente a lo
expresado anteriormente, es la continuación del impulso al turismo rural
comunitario, que cada año agrega nuevos destinos a los ya consolidados como los
del Lago Titicaca, por ejemplo. El turista que se interesa por vivir
experiencias de este tipo tiene un perfil especial pues busca también
contribuir al desarrollo de las comunidades y es, hasta cierto punto, tolerante
con algunas incomodidades que debe afrontar en los lugares visitados. Sin
embargo no olvidemos que lo mínimo que busca es limpieza y amabilidad.
Otros de los segmentos que deben
ser sujetos de atención son los turistas sudamericanos que buscan sol y playa;
aunque aquí competimos con otros destinos ya consolidados como México,
Colombia, Cuba y República Dominicana. Hay tareas aún pendientes como
desarrollar lugares que cuentan con gran potencial pero con aún escasa
infraestructura para atender a un turista cada día más exigente. Zonas como
Máncora, Tortugas, San Fernando y otros requieren la inversión privada para
poder competir con los destinos latinoamericanos ya señalados.
Un segmento importante, el cual
Chile atiende con gran éxito, está
compuesto por turistas que vienen en
cruceros. Este segmento tiene un alto
nivel de ingresos pero lamentablemente el Perú aún no tiene la infraestructura
necesaria para dar un servicio de calidad (desembarque, traslados y otros) a
cientos de viajeros a la vez.
Una gran noticia relacionada al
presente artículo es la pronta puesta en operación del teleférico en Kuelap,
importante centro arqueológico comparable a la ciudadela de Machu Picchu, Con
esta obra cientos de visitantes podrán acceder a Kuelap sin tener que hacer
gran esfuerzo caminando como sucede ahora. Otro teleférico que aún está
pendiente es el de Choquequirao, debido a problemas de orden administrativo.
Este teleférico uniría Choquequirao con Machu Picchu convirtiendo este eje en
un importante destino con lo que la región Apurímac se vería beneficiada.
Finalmente seguimos insistiendo
en la necesidad de iniciar las obras tanto de la ampliación del aeropuerto
Jorge Chávez y la construcción del nuevo aeropuerto de Chinchero. Sin estas
obras será imposible mantener un crecimiento en la llegada de turistas. Así mismo
es de imperiosa necesidad de que la inseguridad reinante sea combatida. Nadie
va a un país que no ofrece condiciones mínimos de seguridad. ¿De qué sirven
campañas promocionales para atraer turistas en la zona norte del Perú
(Trujillo, Chiclayo, Piura y Tumbes) si la inseguridad campea en estas
regiones?
Y para concluir, no olvidar al
segmento de turistas que buscan aventura. El Perú con sus glaciares y caminos
incas brinda una gran oferta. El turista
que viene para escalar, caminar o hacer deportes de aventura (como el
surf, bicicleta de montaña y otros) vienen incluso solo para hacer estos
programas. Gran oportunidad para las empresas y comunidades adyacentes a las
áreas de influencia donde se realizan estos programas.