El Centro Histórico para muchos tiene una herencia colonial pero
lamentablemente ésta no perduró en el tiempo debido a los diversos terremotos
que se han sucedido y que destruyeron varias veces sus casonas. Aunque no haya
muchos ejemplos que mostrar, éstos reflejan un esquema europeo con
características propias basadas en la influencia andaluza.
Las casonas típicas muestran los escudos familiares en sus portadas de
piedra o estuco, con muros pintados en los clásicos colores coloniales (rojo,
azul o amarillo intenso); las ventanas de color verde o azul y en la fachada se
lucían balcones de estilo mudéjar (siglo XVII) o los rococó o neoclásico
(siglos XVIII y XIX). Luego de atravesar el portón de entrada, aparecía el
zaguán que luego daba paso, tras una reja de de fierro labrada, al patio
principal en cuyo alrededor había corredores con azulejos.
Toda casona que se respetara tenía que tener su oratorio, el que se
distinguía de acuerdo al poder económico que tenía su propietario. Otro lugar
importante era la sala y luego venía la terraza, el traspatio, el patio
trasero, el comedor, la cocina , las caballerizas y por último las habitaciones
de los siervos y esclavos.
La vida de una familia se movía en torno a la casa descrita y por tanto, no
era tan necesario los espacios públicos sino para las actividades públicas más
importantes.
Las casonas, que inicialmente fueron de piedra, pasaron a ser construidas
con adobes (en el primer piso) y quincha (los segundos pisos) que fue adoptada
para afrontar los movimientos sísmicos.
Actualmente el Centro Histórico muestras portadas importantes como la de la
Casa Pilatos (comienzos del siglo
XVII) ubicada en un costado de la Plaza San Francisco y es ocupada por el
Tribunal Constitucional. Luego viene la imponente obra del barroco limeño, el Palacio de Torre Tagle (1735) en el
actual jirón Ucayali 363 y ocupada por la Cancillería; luego la Casa Goyoneche en la cuadra 3 de Jr.
Ucayali (1776); la casa de la Trece Monedas
en Jr Ancash - un paso de la avenida
Abancay- (1785) y la Casa Oquendo o
Palacio de Osambela (1808) en Jr Conde de Superunda 298.
Las principales casonas de conquistadores y encomenderos en los siglos
XVI-XVII que aún subsisten son la Casa
del Oidor en la Plaza Mayor y la Casa de Aliaga (jirón de La Unión 224) ,
símbolo del poder económico de los primeros conquistadores. También la casona de San Marcos donde funcionó en
la colonia la Universidad de San Marcos y el Real Convictorio de San Carlos
cuyo origen es de inicios del siglo XVII pero reconstruída luego del terremoto
de 1746; así como la Casa Grau
(Huancavelica 170) de finales del siglo XVII. Otra de las casonas del siglo XVI
y que fue restaurada en el periodo 2004-2008 es la Casa de las 13 Puertas ubicada en la esquina de Ancash y Lampa.
También mencionaremos la casa donde nació
San Martín de Porres (siglo XVI) en el barrio de Monserrate: el Museo
Taurino (siglo XVII) en Conde de Superunda 341.
A las mansiones de nobles y comerciantes del periodo siglo XVIII-XIX ya
mencionadas (Torre Tagle, Trece Monedas, Osambela y Goyoneche) sumaremos la de Riva Agüero que ocupa hoy un centro
cultural de la Universidad Católica, ubicada en Jr Camaná 459; la casona Bodega y Quadra en el 209 de
jirón Ancash; la casona Aspíllaga
donde funciona hoy el Centro Cultural Garcilaso (Jr Ucayali 391); la casona Negreiros (Azángaro, cuadras
5); la Casa Belén que fue
reconstruída sucesivamente pero que data originalmente de la época colonial (cuadra
10 de Jirón de La Unión); la casona Larriva
o de los Marqueses de La Riva (esquina de Jr Ica 426 con Rufino Torrico; la
casa Gutiérrez de Coca (siglo XVIII
con importantes remodelaciones posteriores) ubicada en Carabaya 460 y la casa de la Asociación de Artistas
Aficionados (siglo XVIII) en el Jr Ica 323.
A estas le sumamos la casona Paz
Soldán (siglo XVIII) que hoy es ocupada por el restaurante L Eau Vive en
Jirón Ucayali; la casa O Higgins en
la quinta cuadra del Jirón de La Unión; la casa
Castilla (siglo XVIII) en la esquina de Cusco con Carabaya; y la casona Pancho Fierro en la cuadra 1 del
jirón Ica
Salvo la la Casona Negreiros, todas las casonas mencionadas se encuentran
en buen estado de conservación debido a que están ocupadas por instituciones
estatales y privadas. Sin embargo el panorama no es el de los mejores. Más de
600 casonas entre coloniales y republicanas están en estado de abandono y de
ellas casi el 80% de ellas están en peligro de derrumbarse. Ejemplos de ello
son la Casa de las Columnas en el Jr
Conde de Superunda, una casona del siglo XVII que se encuentra en total
deterioro y a la cual se busca restaurar pero el proyecto no avanza al estar
ocupada precariamente por decenas de personas; la casa Bolívar (siglo XVIII) en la esquina de Jr. Junín con
Azángaro; la Casa de la Virreyna (siglo XVII) en la cuadra 4 de Jr Huallaga; la casa donde nació Ricardo Palma
(siglo XVIII-Siglo XIX) en la cuadra 3 de Jirón Ayacucho (354); las casonas del Barrio de Monserrate
que datan desde el siglo XVI; las casonas de las cuadras 2 y 3 de Jirón Callao
(de los siglos XVII y mediados del XIX); la
casa La Casona (siglo XVIII) en la cuadra 5 de Jr Miró Quesada; la casa del Conde Villar y Fuente,
llamada también Casa Barbieri (siglo
XVIII y XIX) en la esquina de Callao con Rufino Torrico; la Casa Herrera
(Puno 450) del siglo XVIII; entre otras.
Sobre estas casonas, el experto Alberto Martorell,
Presidente de ICOMOS PERU (Comité Peruano del Consejo Internacional de
Monumentos y Sitios), dice que el Centro
Histórico no solo es representado por sus casas coloniales sino por todo su
historia (que incluye lo construido en la época republicana pasando por las
edificaciones de los 50s, 60s y 70s ). Urge un plan maestro (principios que
rigen la recuperación de una zona monumental) y de uno estratégico (que incluye
los proyectos viables para tal objetivo). Coincidimos plenamente con él. Sin
embargo cabe señalar que en esta nota nos referimos específicamente a las
casonas construidas hasta mediados del siglo XIX y solamente a las ubicadas en
el Centro de Lima y no a las del Rímac y Barrios Altos.
Unase a la propuesta de conservar nuestro Centro Histórico. No deje de
admirar estas casonas. Camine por el Centro de Lima acompañado de ECOAVENTURA VIDA. Qué mejor compañía¡¡
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