En plena campaña electoral se
indicaba que el sector turismo era la alternativa a la minería para que las
diversas regiones impulsaran su crecimiento, se atrajera inversión y por ende
empleo y se llegara al consecuente desarrollo que aún muchos peruanos en
pobreza esperan.
Sin embargo, el recién
estrenado Presidente no dijo nada
específico sobre este importante sector en su discurso inaugural de toma de
mando. Es sabido el enorme efecto multiplicador del turismo en el empleo,
generación de divisas y desarrollo inclusivo;
sin embargo solo se mencionaron
la concretización de diversas obras de infraestructura que si bien son
importantes para impulsar el turismo, no se dijo nada sobre el papel rector del
Ministerio del sector ni menos del rol promotor de PromPerú, cuyos logros son
pocos e insuficientes.
Sin embargo a pesar de los buenos
deseos, aún no sabemos qué se hará para destrabar el inicio de la construcción
del aeropuerto de Chinchero y el inicio de las obras de ampliación del aeropuerto
Jorge Chávez. Ambas obras son
importantísimas para que el flujo de turistas siga en aumento y puedan recibir
servicios de calidad. De seguir retrasándose ambas obras, corremos el riesgo de
perder el liderazgo como hub en Sudamérica en manos de nuestros vecinos
colombianos.
Hay otras obras paradas que serán
de importancia capital para abrir nuevas rutas como por ejemplo el teleférico
que uniría Choquequirao con Machu Picchu, atendiendo con ello a miles de
turistas que no pueden cubrir la ruta de treking. Será perentorio destrabar las
causas que han originado que esta obra siga como proyecto, una de las cuales
tiene que ver con una acción de amparo de una alcaldía cusqueña.
Sin embargo no todo se
circunscribe a destrabar obras sino también a la incapacidad de gestión. Por
ejemplo, las obras de infraestructura que permitirán la realización de los
Juegos Panamericanos Lima 2019 aún no avanzan al ritmo deseable, poniendo con
ello en riesgo la realización de estos juegos y con ello el prestigio de
nuestro país.
De qué vale que el sector privado
invierta si hay frenos por todo lado y abierta oposición de sectores que buscan
impedir, por ejemplo la construcción de un hotel en el Cusco. ¿Cómo es posible
que recién surja oposición a su construcción cuando esta está ya avanzada?
Cosas de locos.
Creemos que el sector turismo en
particular y todos en general necesitan reglas claras y que el Estado sea
promotor. Y así mismo que los plazos de realización de las obras se cumplan. No
es posible que obras como la Costa Verde del Callao, la Línea 2 del Metro
de Lima y otras más presenten sendos retrasos. ¿Dónde están los
organismos reguladores o encargados de velar por el cumplimiento de lo pactado?
Esperemos que el gobierno dé
impulso a las obras de infraestructura y cumpla su papel promotor para que no
solo menos de cuatro millones de turistas nos visiten y al menos nos acerquemos
a algunas cifras de la campaña electoral, cuando se ofrecía que llegarían al
Perú no menos de 10 millones de turistas. Cifra algo irreal pero al menos
crezcamos muy por encima de nuestros vecinos sudamericanos. Tenemos importantes destinos turísticos, esperando ser productos turísticos que compitan sostenidamente en el gran mercado mundial. Es momento de darle la debida importancia a este sector que sigue esperando su gran despegue.
ECOAVENTURA VIDA.
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