Sus habitantes, a lo largo de
la historia, hacen a una ciudad y la signan con una impronta que las hace
especial. Así es Cuenca, una ciudad con un sello especial que no necesita de una
“marca” fabricada por los especialistas en marketing.
La primera mirada que tuvimos
al llegar a Cuenca es un río en cuyas riberas hay verdes paseos peatonales , a
los que nuestro guía Juan Muñoz las
señaló como Les Champs Elysees
andinos. Como bien se dice, agua es vida y los cuatro ríos (Tomebamba, Yanuncay, Tarqui y Machángara) que atraviesan la
ciudad –y que conforman el río Cuenca- dan eso. Vida¡
Nuestra primera experiencia,
aparte de tomar fotos con la más poderosa cámara fotográfica (nuestros ojos) y
archivarlas en la más grande memoria que alguien haya fabricado (nuestro
cerebro), fue en el restaurante DOS SUCRES (Roberto Crespo 3-56 y Luis
Moreno Mora) donde
comimos las exquisiteces hechas por el chef Daniel
Contreras y cuyo propietario maneja un concepto de cocina ecuatoriana
moderna que se elabora con productos orgánicos que provienen en un 60% de la
comunidad APAY Barabon.
Luego de un almuerzo en tres
tiempos, nos dirigimos a nuestro hotel, San
Juan (General Torres 9-59), un extraordinario hotel Boutique donde pasamos
las siguientes tres noches, gentilmente atendidos por Claudia Cruz y todo su equipo. Nuestra permanencia en el San Juan
no solo se redujo a dormir sino a recorrer cada rincón por donde cientos de
personajes importantes sintieron lo mismo que uno, el enorme placer de estar en
este hotel.
La primera tarde recorrimos sus
calles como se debe hacer, vale decir a pie y con un guía que conozca su
ciudad. Otra de las formas sugeridas, luego de un primer paseo guiado, es deambulando por sus calles, descubriendo a
cada paso algo nuevo. Hay también el servicio de la empresa VanService que traslada a los viajeros
en un bus panorámico o simplemente como sugiere el diario El Telégrafo (edición de domingo 15 de octubre) tomando los buses de servicio público (no en hora
punta) sea la línea 16, la 12 o la 22. Cuenca tiene 475 unidades de
servicio público que atienden de lunes a domingo de 06.00 a 22,00 horas a unas
130 mil personas al día.
Una idea sugerida es que antes de empezar a caminar por la ciudad, vaya
al Mirador de Turi para que tenga
una vista panorámica de la ciudad. No se lo pierda¡
Los cuencanos son un pueblo
creyente y ella se demuestra en la
existencia de 52 templos (17 de ellos en el Centro Histórico), entre los que citaremos
aquellos donde ingresamos a conocerlos pero ante todo encomendar nuestra alma
como la imponente Catedral de la
Inmaculada Concepción, San Sebastián, San Francisco, San Blas, El Cenáculo, Las
Conceptas, por citar solo algunas. Sin embargo lo más destacable son las
diversas manifestaciones religiosas que convierten a Cuenca en un destino para
todos aquellos que somos creyentes. El
Pase del Niño Viajero (24 de diciembre), el Corpus Christi, el Festival de Luces
en homenaje a Nuestra Señora del Rosario, Reina de Cuenca y del Azuay (7 de
diciembre) y la Semana Santa, Mención aparte es el Santuario de la Virgen de
Cajas y la extraordinaria historia de Patricia Talbot, de quien escribiremos
posteriormente.
En el Centro Histórico de Cuenca uno encuentra a cada paso algo que nos
llama la atención como la Calle Santa
Ana, al costado de la Catedral Nueva, que tiene 460 años de existencia y ha
sido reabierta después de 50 años.
Otro de los atractivos es ver el trabajo en vivo de un alfarero
tradicional en la Galería de la Casa de la Cultura Núcleo del Azuay (Luis
Cordero y Presidente Córdoba). Una maravilla¡
Si
desea experimentar algo muy cuencano no deje de
tomar una soda “de verdad” a solo 1.25 US$ en la botica Central al lado
del Consulado Alemán (Bolívar 9-18). Se dice que esta bebida cura
todo, incluso la temida “resaca”.
Uno
de los placeres que no debe dejar de experimentar en Cuenca es tomar un buen
café.
Escuchando Jazz en el Jazz Society Café, en el Goza (Calle Larga
con Borrero) donde hay música en vivo; en el Austria (Cruce de Hermano Miguel 8-81 y Bolívar), en el Café
del Museo (en el Museo Remigio Crespo Toral, Calle Tres de Noviembre,
ingresando por la Calle Larga), por citar algunos.
Ya si nos coge la tarde, les
recomiendo que se quede en los citados lugares o busque otro dónde pasarla. Los locales cierran
temprano (al menos para mi). Hay muchas otras opciones como Lolas Lounge Bar (Av. Florencia de
Astudillo y Cornelio Merchán), La Cigale (Honorato Vásquez 7-80), La Compañía
Brewpub (Borrero 4-58 y Honorato Vásquez), Jodoco Belgian Brewery (Mariscal
Sucre frente a la Iglesia San Sebastián), el Mayu frente al río Tomebamba (en
la esquina del Paseo 3 de Noviembre con Escalinata Juana de Oro) y el Yaku
Lounge (Luis Cordero 5-66 y Honorato Vásquez).
Para los que le gusta caminar
las calles de una ciudad, no dejen de transitar la llamada Ruta Francesa, cuya influencia nace con la llegada de la Primera
Misión Geodésica Francesa en 1739, auspiciada por la Academia de Ciencias de
Paris y que dio inicio a un romance que se tradujo no solo en el plano
arquitectónico sino en las letras y artes en general y sobre todo en un
carácter muy propio de Cuenca. De esta ruta podemos mencionar a la calle La Condamine; la Plaza San Sebastián
y su Museo Municipal de Arte Moderno (que antes fue un sanatorio para
alcohólicos) así como el San Sebas café,
la Casa Azul Galería Café y el Jodoco Bistro; la Casa Bienal (Simón Bolívar
13-81) a donde pudimos ingresar y maravillarnos por sus interiores, la Clínica Bolívar (Simón Bolívar 13-14);
la Casa del Coco (Simón Bolívar 12-60) una de las casas que mejor refleja
la fusión del estilo colonial y la francés; un poco más abajo en Simón Bolívar 10-63 destaca la casona
que ocupa la Dirección Provincial de
Educación de una arquitectura neoclásica de los años 30; la Casa Sojos (Simón Bolívar 9-08) en
cuyos bajos está la antes mencionada Botica Central (antes del Doctor Sojos); el Seminario de San Luis (Benigno Malo y
Simón Bolívar) donde en 1813 se fundó el primer Seminario Conciliar; la casa de la familia Jerves Calero (Simón
Bolívar 8-44); la Plaza Principal (manzana de las calles Simón Bolívar,
Mariscal Sucre, Benigno Malo y Luis Cordero) donde está la Catedral Nueva, la
Catedral Antigua, la Gobernación, el Municipio, la Corte Provincial de Justicia
y otras casonas de inicio del siglo XX; y algo más alejadas, la Casa Museo Remigio Crespo Toral (Calle
Larga y Presidente Borrero; el Colegio Benigno Malo y el local de la Alianza
Francesa.
Como dijimos al principio, las
personas imprimen su carácter a una ciudad y en el caso de Cuenca esto se
traduce en importantes emprendimientos dignos de elogiar como el caso de la
afamada Panadería de las Hermanas
Villacis cuya propietaria Carlota Vélez Villacis endulzó mi paladar con sus
quesadillas (momento que evoqué a mi madre ya fallecida, experta en los
secretos de la pastelería); la empresa Ecuagenera,
líder en la investigación, propagación, conservación y comercialización de
orquídeas; el taller de José Jiménez,
artesano en la técnica ancestral Ikat del tejido Cañari; la empresa exportadora Homero Ortega, líderes en elaboración de los
llamados sombreros de Panamá; el
agricultor Gregorio Villacis, líder en agricultura orgánica en la chacra Cuadruco y de los joyeros Fausto Ordoñez y Milton Pullopaxi del Museo de la Joyería
Cuencana.
Cuenca también destaca por ser
cuna de grandes ceramistas como Eduardo
Segovia y José Encalada, joyeros como Andrea Tello, Ernesto Peña y herreros
como Humberto Guerra y repujadores en metal como Carlos Bustos.
Cuenca es un centro cultural
que atesora su pasado en importantes
museos como el de Las Conceptas (religioso), el de La Identidad Cañari
(antopológico), el Museo de Arte Moderno, la Casa Museo “La Condamine”
(artesanías, antigüedades y la tienda de modas “Mogazza”), el Museo del
Sombrero de Paja Toquilla y otros como el Arqueológico Universitario, de la
Historia de la Medicina, la Casa Museo Remigio Crespo Toral (historia), el de
Las Artes Populares de América, el de Las Culturas Aborígenes, el Museo Manuel
Agustín Landivar en el complejo arqueológico de Todos los Santos y el Complejo
Pumapungo (histórico y etnográfico).
Como no podría ser de otra
forma, la fusión cultural ha dado origen a una gastronomía singular donde destacan elaborados platos, pasando por la
cocina tradicional y la popular. Lo comprobamos en cuatro diferentes
lugares, el antes mencionado Dos Cruces,
El Mercado así como Warmi y El Cristo
del Consuelo. Las carnes asadas, el mote, el amaranto, un excelente café, cacao
de primera (visitar el Molino de Chocolate Industrial Fátima) y toda una
tradición en la elaboración y consumo del pan y dulces en reconocidísimos
lugares como el Complejo Todos los
Santos de las hermanas Oblatas, la “Panadería Tradicional Todos los
Santos”, la panadería “Pan Tradicional
con Horno de Leña” de Angel Tenemea, la Panadería “El Mentidero” y la ya
mencionada “El Pan de las Villacís”.
Cabe resaltar la gran oferta de
magníficos restaurantes y cafés por lo que invitamos a nuestros lectores a
descubrirlos en su próxima visita a Cuenca y que mejor si hace coincidir ésta
con el Carnaval de Cuenca, fiesta
llena de tradición.
Y para ir de compras no deje de
ir al moderno Mall del Río donde
podrá encontrar de todo y a buenos precios. Y si aún desea algo más, visite el Amaru Zoo Bioparque de Cuenca a pocos
kilómetros de la ciudad, camino a Azogues.
Otra de las fechas importantes
para visitar la ciudad es la semana de
aniversario de la Independencia (3 de noviembre) en la que se realizan
importantes eventos como el Festival de
Cine La Orquidea, el Festival de Poesía La Lira y Festival Gastronómico “Cuenca entre sabores”. Y no olvide que
el arte va de la mano con el relax y que mejor que ir a sus baños termales en dos recomendables
lugares, Piedra de Agua y la Hostería Durán y si prefiere, combine el relax con adrenalina pues Cuenca
ofrece excelentes lugares para hacer deportes extremos como la escalada en
roca, el canopy, bicicleta de montaña y también caminatas (trekking y hiking)
así como paseos a caballo.
Cabe
el recuerdo de dos embajadores deportivos que tuvo el Perú en Cuenca. Luis
Alberto Mora y Alberto Chochera Castillo, ambos vistieron las sedas del
Deportivo Cuenca, dejando un buen recuerdo en los aficionados e hinchas del
equipo rojo llamado el “Expreso Austral”.
En setiembre de este año, la World Travel Awards (WTA) otorgó el
premio a Cuenca por ser “el Mejor Destino para Vacaciones Cortas de Sudamérica
y el premio refleja exactamente lo que representa Cuenca. Es más miles de
jubilados de USA, Canadá y otros países han elegido a esta ciudad como lugar de
residencia.
Finalmente,
resaltamos el trabajo de instituciones como ECOSISTEMA URBANO que ha planteado
una serie de propuestas para convertir espacios públicos en lugares donde el
poblador no solo goce de su ciudad a través de múltiples actividades como parte
de “un plan de revitalización del Centro Histórico” sino que participe activamente en la formulación de
estas propuestas.
Cuenca,
un excelente lugar para pasar unas cortas vacaciones. El mejor lugar de
Ecuador¡
http://www.cuenca.com.ec/