Foto: Wikipedia
El distrito limeño de Magdalena del Mar es el segundo
distrito con mayor oferta inmobiliaria, luego de Miraflores. No solo hay proyectos ya terminados sino en desarrollo o incluso en maqueta. Es buena noticia para el sector
construcción y para la economía del país
pero a su vez es una noticia preocupante.
Lima, y en general el Perú, no tiene
una política de desarrollo urbano lo que hace que los lugares de mayor
crecimiento en la capital ven colapsar sus principales servicios como el transporte, lugares de estacionamiento,
recojo y tratamiento de residuos sólidos, cobertura de agua, áreas verdes,
entre otros. Mención aparte, debemos decir nuestra preocupación sobre la calidad de las construcciones, responsabilidad no solo de los constructores sino de los municipios encargados de la supervisión y control.
Ejemplo de ello es la congestión
en los paraderos de buses en las horas punta a lo largo de la avenida Brasil, una de las principales
avenidas que conecta el Cercado de Lima con Breña, Jesús María, Pueblo Libre y
Magdalena y éste con San Miguel, San Isidro y Miraflores.
Y este problema no solo se da en
el mencionado distrito de Magdalena sino en los distritos cercanos como San Miguel, Pueblo Libre, Jesús María y
Breña. Hará unos 30 años atrás muchos inmigrantes comenzaron a poblar las
zonas periféricas de Lima, hoy ubicadas en las llamadas Lima Norte, Lima Sur y
Lima Centro. Pero desde hace unos 10 años atrás los descendientes de ellos y
ellos mismos, con el boom de la economía se mudaron a los distritos de la
llamada Lima Centro y los más afortunados a la Lima Moderna. El proceso de reconcentrar la ciudad se dio
ocupándose la ciudad ya no en casas de uno o dos pisos sino en inmensos
edificios de hasta 20 pisos.
Zonas empobrecidas o deterioradas de la ciudad retomaron brillos
pasados como por ejemplo el Malecón Miguel Grau en Magdalena, la zona cercana a
la avenida Tingo María en Breña y la avenida La Paz en San Miguel son tres
ejemplos de ello.
El cambio se ha dado también se
ha dado en avenidas como la San Felipe
en Jesús María antes con grandes casonas y hoy llena de edificios de 20 pisos.
Otros cambios en el paisaje urbano son los malecones de la Costanera en San
Miguel, la avenida La Mar en Pueblo Libre y la avenida Sucre y alrededores en
los distritos de Pueblo Libre y Magdalena.
El masivo tránsito de limeños de
la periferia al centro ha traído consigo
también oportunidades de negocios, la aparición de clusters de restaurantes en
el damero limitado por las calles Leoncio Prado, San Martín, Brasil y Bolognesi
en Magdalena y el tránsito de nuevas líneas de transporte, unas muy
estructuradas como las líneas 3 y 18
y otras aún al debe pero todas sin paraderos ni playas de estacionamiento,
contribuyendo de esa forma al caos y desorden.
Todo lo expuesto debe ser motivo
de planteamientos serios de los candidatos a alcaldes de los distritos
señalados. Es hora de candidatos serios y no de payazos o advenedizos. Los
limeños y en particular los habitantes de los distritos señalados estamos ya
cansados del constante deterioro de vida a lo que no estamos dispuestos a seguir
sufriendo sus consecuencias.
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