Lima es una ciudad llena de
contrastes, de diferentes miradas; un mestizaje que viene desde la época del
Virreinato. Sin embargo su historia no empieza con su fundación como ciudad
capital del Vireinato sino su origen se remonta a aproximadamente cinco
milenios; siendo lamentable que ello no sea destacado con mayor insistencia por
los libros de historia.
El mestizaje que hicimos
referencia no solo tiene que ver con lo racial sino también con las costumbres
y manifestaciones culturales. Otro de
los legados es sin duda la religión Católica, los Santos que nacieron o
vivieron en esta tierra (Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, Santo Toribio de Mogrovejo y San Juan Masías) y todo lo que ello implica, entre ellas las procesiones
y las fiestas religiosas que se realizan no solo en el Centro de Lima sino
también en los diferentes barrios y distritos como Barrios Altos, La Victoria,
Callao, Rímac y otros.También no podemos dejar de mencionar las Hermandades, grupos de fieles que se organizan para rendir culto con una estructura definida.
Una de las características de las
fiestas religiosas y procesiones es que muchas de ellas tienen que ver también
con la procedencia de sus fieles; como por ejemplo la fiesta patronal que se
realiza en la iglesia San Sebastián en
el Centro de Lima cuyos fieles en muchos casos son de origen cusqueño que
incluso vienen desde lejanas tierras a donde emigraron.
Sin embargo una de las procesiones
más importantes de la ciudad es sin duda alguna la Procesión del Señor de los Milagros. Lima se viste de morado en
el mes de octubre. Miles de fieles acompañan las andas del Señor de los
Milagros pidiendo una gracia especial o en agradecimiento por algo milagroso
recibido.
La fe al Señor de los Milagros
llamado también el Señor de los Temblores, Cristo de Pachacamilla o Cristo
Moreno viene del siglo XVII luego de un terremoto que asoló Lima y el Callao y
ha trascendido a través de los siglos. Muchos hablan de un “religiosidad
popular” y le dan más peso a una mirada sociológica pero obvian,
interesadamente o no, la verdadera esencia de la Fe.
Lo que sí no podemos dejar de
decir apartándonos de lo religioso que esta época del año tiene que ver también
con la Fiesta Brava, cuyo origen
viene también de la época Virreinal, así como un delicioso dulce limeño, el Turrón de Doña Pepa, uno de los
mejores los puede encontrar en la Panadería San Martín en la Plaza San Martín o los que
provienen de las manos de la madre de mi gran amigo Enrique Riera.
Otras fiestas religiosas que no
debemos dejar de recordar son las de San
Judas Tadeo (28 de cada mes y la principal en octubre), La Virgen del Carmen (16 de julio), Santa Rosa de Lima (30 de agosto), San Martín
de Porres (3 de noviembre). El Corpus Christi (fiesta movible), la Virgen de
las Mercedes (24 de setiembre), las visitas a las Iglesias el Jueves Santo, la
Misa en la Catedral en la Navidad,
Nuestra Señora de la Asunción (15 de agosto), la Inmaculada Concepción
(8 de diciembre), el día de Todos los Santos (1 de noviembre), la Fiesta de las
Cruces (3 de mayo), María Auxiliadora (24 de mayo)entre tantas otras.
Entonces no se olviden que Lima no solo es sus calles, plazas,
gastronomía, su mar sino también sus costumbres y su Fe. Si desea participar de
ella no deje de programar una visita a sus más de 40 iglesias y capillas que se
ubican en el Centro Histórico, Barrios Altos y Rímac y por supuesto acompañar
sus procesiones y participar en sus fiestas religiosas.