Esta semana hemos sido
“condecorados” por una compañía holandesa, Tom Tom, como la tercera ciudad con más tráfico en el
mundo luego de Bombay y Bogotá. Qué pésima noticia de cara a la realización del
importante evento de los Juegos Panamericanos a llevarse a cabo en el mes de
julio del presente año.
Según el estudio, en Lima se
necesita 58% más de tiempo para hacer un trayecto en condiciones normales. Esto apareció en un informe del diario El
Comercio, quien a su vez indica que, según una investigación las horas punta
pasaron de 5 a 9 horas y que incluso en la mañana se requiere 88% más de tiempo
y en las noches, 104%.
Esta información es solo una
constatación de lo que vivimos a diario en la Avenida Javier Prado, por citar
una importante vía de nuestra capital. Y si los automovilistas sufren ello,
tampoco los peatones la pasan bien. Para cruzar esta avenida en las intersecciones
con Rivera Navarrete un peatón requiere en promedio hasta 20 minutos, si no es
más.
La empresa holandesa cita cómo
causas de la congestión a la proliferación de unidades de transporte público de
pasajeros informales, a la circulación de camiones, a la superposición de
líneas de transporte en determinadas vías, entre otras.
Sin embargo creemos, a nuestro
entender, que se confunden las causas con las consecuencias que a su vez
originan la congestión y el uso adicional de tiempo, algo que se ha agravado en
los últimos dos años.
¿Y por qué decimos esto? Pues las
verdaderas causas son la falta de autoridad para hacer cumplir las normas de
tránsito, para dejar circular a unidades que tienen en su haber hasta
millonarias multas, por citar dos carencias. Así mismo ello se refleja en la nula capacidad para erradicar a informales
en las rutas (corredores) exclusivas y para hacer que los concesionarios de
éstos cumplan con sus compromisos contractuales.
Todo ello origina un complejo
panorama cuyas fallas se retroalimentan con la incapacidad de las autoridades
para solucionar los graves problemas unidos a falta de toma de decisiones tan simples
como instalar puentes peatonales en la intersección citada en la Avenida Javier
Prado, tal como señalamos anteriormente.
También debemos decir que otra de las grandes
causas que originan la congestión en Lima es la pésima cultura vial de los
conductores, no solo de servicio público.
Ello origina no solo la congestión sino también hasta graves accidentes
de tránsito hasta con la consecuente pérdida de vidas humanas.
Sin embargo, es cierto también que
son necesarias grandes inversiones
para llevar a cabo obras de
infraestructura y para recuperar gran
cantidad de m2 de pistas de las principales vías de Lima. A esa carencia
sumemos la corrupción con que se ha hecho obras (caso lava Jato) y entonces
entenderemos por qué el problema no solo no se soluciona sino se agrava.
Veamos qué dirá la citada empresa
holandesa el próximo año o los subsiguientes. Esperemos nomás que las
construcciones de la Línea 2 del Metro de Lima,
la ampliación del Metropolitano en Lima Norte y la mejora de servicio en las Vías Exclusivas sean una
realidad. Y por último, que finalmente la Autoridad Autónoma de Transporte de
Lima y Callao empiece a trabajar.
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