¿Es
posible cambiarle el rostro a Lima? Para algunos escépticos es una misión casi imposible pero para quienes
creemos en el potencial de la ciudad y en el espíritu de sus empresarios, claro
que es posible.
Y hablamos de zonas como los Barrios Altos, el Rímac, la zona de Moserrate , La Victoria y Breña
que hoy presentan graves cuadros de deterioro no solo de su entorno sino en la
misma situación de sus moradores. Revertir esta situación requiere no solo la
activa promoción de la Municipalidad Metropolitana y las distritales sino
también de inversionistas privados que tengan un marco promotor que combine la protección de lo arquitectónico con la
promoción de la calidad de vida de quienes moran en las zonas y las iniciativas
empresariales.