Hoy en día el
crecimiento de Lima no se da solo en las periferias sino en gran medida “hacia
arriba” en importantes distritos mesocráticos. Desde hace unos 10 años hay una
recentralización de la ciudad como resultado del movimiento de importantes flujos
de pobladores de distritos como Los Olivos, San Juan de Lurigancho, Ate
Vitarte, entre otros, que han fijado una
nueva residencia en San Miguel, Magdalena, Breña, Jesús María y Pueblo Libre. Numerosos
nuevos edificios y complejos residenciales se han levantado en donde había
grandes casonas. El crecimiento económico que ha experimentado el Perú en los
últimos 25 años ha permitido que muchos peruanos se sitúen en una nueva clase
media, a la que algunos especialistas llaman “emergente”.
Avenidas como San
Felipe, Sucre, La Mar, Universitaria, Venezuela, Arica, por citar las
principales han cambiado de fisonomía y con ello se han presentado una serie de
externalidades como intenso tráfico y baja en la calidad de servicios que
prestan los municipios de esas jurisdicciones. A estos problemas, las
administraciones de los gobiernos locales aún no dan una adecuada respuesta,
algunas veces por falta de presupuesto como por ineficiencia de su burocracia.
Basta darse una vuelta en las horas punta para sufrir las consecuencias de
enormes embotellamientos en los cruces de Gregorio Escobedo con Pershing; en
toda la avenida San Felipe, en el cruce de las avenidas Sucre y La Marina y
Ejército con Brasil por indicar algunos. Y ni que decir de la falta de un buen
servicio en el transporte público que no se da abasto para transportar a
cientos de nuevos pobladores. Los paraderos en el Corredor de la avenida
Brasil, llenos de gente que espera un bus, son la mejor muestra que hay mucho
qué hace para remediar esos problemas.
El paisaje urbano
definitivamente ha cambiado y con ello el carácter de los distritos
mencionados. Con el crecimiento de estos distritos han surgido nuevos centros
comerciales y polos comerciales como en los alrededores del mercado San José
(Jesús María), donde el alquiler del m2 está en constante alza. Numerosas
cadenas de restaurantes ocupan ya las principales arterias comerciales de esos
distritos. La demanda llama a la oferta, sin duda alguna. Así mismo, las zonas
adyacentes al mar en los distritos de San Miguel y Magdalena han experimentado
un incremento en su valor debido a la construcción de edificios de 20 pisos. Esto
continuará en la zona de San Miguel por las obras que han puesto en valor la
zona de la avenida Costanera y la Costa Verde.
Cabe mencionar que
en la zona de la Costa Verde en Magdalena es sede de exposiciones, ferias y
espectáculos como el famoso Mistura.
Algunas obras se
anuncian para estos distritos como el Corredor San Juan de Lurigancho-Avenida
Brasil que dará fluidez al transporte de los usuarios de esta importante ruta.
A ello urge la rehabilitación de importantes arterias como Sucre, Brasil,
Ejército y Javier Prado que presentan severos daños en su asfalto. Desgraciadamente
los que recorremos sus pistas a diario constatamos la dejadez de las
autoridades para remediar este panorama.
Esperamos que los
problemas existentes tengan una pronta solución en beneficio de los habitantes
de los distritos mencionados.
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