Ayer
y hoy dos expertos han escrito sobre lo
que se está haciendo en el Rímac (Cecilia Bakula, historiadora) y lo que se debería hacer en el Centro
Histórico así como en Barrios Altos, Rímac y Monserrate (Enrique Bonilla;
profesor universitario). Coincidimos plenamente con ellos cómo lo
demuestran nuestros posts anteriores en los que nos hemos referido a lo
mencionado por las dos citados.
Urge
hacer algo antes que un desastre natural se lleve de encuentro lo que la
inacción de privados y entes estatales y
el tiempo aún no pueden. Afortunadamente ya
un Patronato ha empezado a trabajar en el Rímac y se avizoran mejores
tiempos para este distrito que aloja importantes lugares como el Paseo de Aguas, la Plaza de Acho (que el
próximo año cumple 250 años de construída), la Quinta de Presa, las Iglesias de
San Lázaro y Nuestra Señora del Rosario, la Alameda y el Convento de los
Descalzos, entre otras joyas que esperamos recobren su prestancia pasada. A
ello habría que sumarle la también urgente recuperación del río Rímac, que es una obra que
involucra muchos actores del Estado.
Un
gran problema para llevar a cabo la reconstrucción y conservación de muchas
casonas y solares en el Centro Histórico es el poco interés de los propietarios
de los mismos unido a la escasez de recursos para llevar a cabo esa tarea. Sin
embargo algunos ejemplos nos dan la
pauta sobre lo que hay qué hacer y lo que quizás no haya que hacer. El primer
caso es la Casona de Pancho Fierro
que ha sido remodelada para albergar a un restaurante de buena calidad. Sobre
lo segundo, mencionaremos a una tienda de departamentos (Ripley) que compró la
casona donde antes había funcionado el Palais
Concert, conservando el frontis pero en su interior no se puede admirar la
casona pues los estantes de ropa muchas veces impiden ello. ¿Por qué un bar o
local de diversión no retomó la gloria pasada del famoso local mencionado?
Un
ejemplo de lo que un privado puede hacer es Arte Express quien ha puesta en valor varios edificios republicanos
del Centro de Lima pero a nuestro
entender no acertó en la forma como dispuso del antiguo hotel Crillón, que pudo ser un gran centro de moda –por ejemplo-
y no sede de oficinas administrativas (incluso su famoso Sky Room no recobró su prestancia pasada cuando era uno de los
principales centros de diversión de Lima). Lamentablemente esta empresa no
reprodujo lo que hizo con la Casa Wiese
y la transformó en un Urban Hall. Arte Express aún tiene pendientes dos
importantes obras. Una la restauración
de la Casona de la empresa Popular y
Porvenir a la que quiere convertir
en sede de una serie de importantes restaurantes y la Casa Coca, que iba a ser un hotel boutique.
Sería
importante que la Municipalidad de Lima
promocione la llegada de otras empresas que al igual de Arte Express lleven a
cabo la transformación del Centro Histórico. Cientos de m2 lucen vacíos y
abandonados en los edificios de la
Avenida Tacna y en los locales donde
hasta hace poco funcionaban imprentas (entre los jiónes Callao, Rufino Torrico,Cusco
y Caylloma). Para que este cambio se dé es necesario que se establezca una nueva zonificación y se elabore un Plan Maestro, ambos aún en pendientes.
La burocracia debe aligerar su paso.
Finalmente
volvemos a incidir en el carácter cultural de las zonas indicadas (Rímac, Monserrate y Barrios Altos) que
en su momento fueron cuna de diversas
vertientes de la música criolla.Poner en valor estas zonas y fomentar la
apertura de locales (peñas o círculos musicales) donde se difunda esta música,
sería una alternativa que podría hacer sostenible la recuperación de estas
zonas. Otra alternativa es lo que ya han hecho el Ministerio de Relaciones Exteriores (Casa Aspíllaga) y la Universidad Católica (Casona de Riva Aguero y O Higgins), por citar dos casos, que han transformado esas casonas en Centro Culturales donde hay gran actividad de eventos.
Esperamos que más especialistas se
involucren en el tema –aportando propuestas de solución- y las instancias del
Estado (Municipalidad de Lima, Ministerio de Cultura y otras) se pongan a
trabajar por el bien de las joyas del Centro Histórico, Rímac, Barrios Altos y
Monserrate.
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