Es el primero de los candidatos a
los comicios generales del 2016 que lo dice. Pedro Pablo Kuczynski escribe en su columna dominical en el diario
Correo sobre la importancia de fomentar el turismo como fuente de desarrollo, a
la par que la minería y la agroindustria.
El turismo es un sector que genera no solo gran cantidad de puestos de
trabajo directos sino indirectos. Por donde haya un grupo de viajeros,
habrá quienes se beneficien por ello. El citado político resalta el crecimiento del sector (entre 7 y 8 %) y
su potencial en los próximos años (entre 12 y 13 %). Sin embargo hay que
ser cautos con este optimismo, máxime que hay una serie de limitantes que
menciona el mismo así como la crisis en los principales países emisores de turistas
a nuestro país.
Entre los principales problemas a
los que se debe dar solución rápida y eficientemente mencionamos la necesidad de que se invierta en infraestructura aeroportuaria.
Casos que deben tomarse en cuenta es la
demora del Estado en expropiar los terrenos donde el concesionario
encargado de la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez llevará a cabo las obras
de ampliación. También es increíble la
demora que existe para empezar la construcción del nuevo aeropuerto en
Chinchero, Cusco. Cada día de demora atenta contra el cumplimiento de metas
de crecimiento en el sector pues ambos aeropuertos se encuentran al filo de su
capacidad de operación.
En el artículo se menciona
también, y coincidimos con ello, los problemas que significan la inseguridad y la “tramitología” que
retrasa muchos planes de inversión en el sector hotelero. Ello a su vez impide
la atención de calidad a un creciente flujo de viajeros pues en determinados
momentos no hay habitaciones en hoteles de ciudades como Lima, Cusco y
Arequipa, por citar 3 importantes destinos. En cuanto a la seguridad, ello no solo tiene que ver con la creciente
criminalidad sino con inesperadas huelgas y protestas que ocasionan bloqueos de
carreteras o paralización de servicios como por ejemplo del tren que conduce al
principal destino turístico del país, la ciudadela de Machu Picchu.
En los últimos tiempos, el organismo
estatal de promoción turística –PromPerú- ha venido fomentando nuevos circuitos turísticos como la Ruta
Moche, Kuelap y la Selva Central con resultados aún modestos debido a que
los viajeros se concentran básicamente en Lima y en la Ruta Sur. A su vez, cabe
decirlo, los viajeros han reducido su tiempo de permanencia en sus viajes por
motivos presupuestales y ello no permite que los viajeros tengan más tiempo
para hacer turismo en nuestro país.
Hay varias noticias que esperamos
se concreticen como la ampliación de
rutas aéreas que unirían Chachapoyas y otros destinos con el resto del país así como la llegada de
importantes líneas aéreas internacionales que posibilitarán que Lima se
convierta en el principal hub de Latinoamérica.
Otro de los factores que deberán
enfrentarse es la predictibilidad de la
tarea legislativa. Es increíble que en un país donde falta inversión que
permita poner en valor cientos de centros arqueológicos y zonas históricas, se
evite que inversionistas privadas se hagan cargo de ello y de la administración
de esos recursos. Una ley propuesta por el Ministerio de Cultura que permitía
ello ha sido derogada por el Congreso debido a la oposición de sectores
radicales que empezaron a promover protestas contra la mencionada ley.
Es posible que sea necesaria la creación de un Ministerio de Turismo
pero ello no es suficiente. Hay que cambiar la mentalidad de muchos
funcionarios públicos y que el futuro gobierno priorice una serie de normas que
no solo promueva la llegada de más viajeros sino la inversión privada (incluyendo medidas tributarias que hagan más competitivo al sector turístico) y las
condiciones de seguridad en nuestro país.
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