Días atrás en el excelente grupo de Facebook, Sabia Natura Saavik , escribían sobre
los beneficios de caminar https://www.facebook.com/notes/sabia-natura-saavik/caminar-para-mejorar-la-salud/461526044332339/
Coincidimos plenamente
con ello. Caminar no solo es saludable
sino nos permite un momento de sano esparcimiento. Solo se necesitan unos
buenos zapatos para caminar, ropa adecuada para ello y muchas ganas de hacerlo.
El tema es que para caminar no es lo mismo hacer en medio de
un tráfico infernal, donde carros despiden gases dañinos, que alrededor de un
parque o en una ruta llena de árboles.
De esto ningún candidato a la Alcaldía de Lima y menos los
que postulan para ocupar un sillón distrital han propuesto algo al respecto.
Está claro que los dos principales problemas que aquejan a
los limeños son la inseguridad y el gravísimo problema del transporte. A ello se
dirigen las principales propuestas de los candidatos pero olvidan que las
atribuciones para afrontar estos dos problemas pasan por el Ministerio del
Interior y hoy en día por la reciente creada Autoridad Autónoma de Transporte
de Lima y Callao. Poco se puede hacer desde un municipio. Ofrecer combatir la
inseguridad con “alta tecnología” solo será eficiente si hay una inmediata
capacidad de respuesta para prevenir un delito o enfrentarlo con éxito en el
mismo momento que está ocurriendo. Para ello será necesario reevaluar el papel
del Serenazgo distrital y convertirlo en Metropolitano.
Los candidatos ofrecen soluciones que no están en el marco
de sus funciones pero obvian referirse a tareas que sí les atañen directamente.
Volviendo a lo que se decía inicialmente, los municipios
tienen la potestad de sembrar árboles a lo largo de las vías, de controlar los
ruidos de las bocinas y también regular el tránsito de los autos por
determinadas vías. Por ejemplo, zonas como las del Olivar de San Isidro, las vías que recorren los malecones de
Miraflores y la Costa Verde, por citar solo tres, se han convertido en vías
de alta velocidad o vías que sirven de desfogue del infernal tráfico que
transita por la ciudad y en especial por las zonas circundantes. No es posible
que siga siendo así y menos que los que usan esas rutas para caminar o hacer
algún deporte al lado del mar o en él se vean invadidos por miles de autos.
Hay distritos que son líderes en el cuidado ambiental y en
el mantenimiento de áreas verdes como San
Isidro, Miraflores, Surco, San Borja, San Miguel y Pueblo Libre; sin
embargo otros hacen muy poco o nada para que Lima vuelva ser la “Ciudad Jardín”. No es posible que, por
ejemplo, el Campo de Marte siga
perdiendo áreas verdes o parques
emblemáticos en vez de pasto tengan
piedras.
Hay expertos de reconocida valía en la Universidad Agraria
que tienen mucho que decir sobre áreas verdes. A ellos deben recurrir las
municipalidades para solucionar el grave déficit de áreas verdes por habitante. Se estima que para el promedio de áreas
verdes para que una ciudad brinde calidad de vida es no menos de 9.0 m2, Lima
tiene tan solo 2.7 m2.
Las áreas verdes no solo regulan la temperatura y limpian la
atmósfera sino que mitigan el ruido y contribuye a mejorar nuestro ánimo.
¿Cuándo se harán las
obras necesarias para que las riberas de los ríos Rímac y Chillón tengan áreas
verdes? ¿Por qué el municipio de Lince no siguió con su programa de azoteas
verdes y más aún, por qué no fue replicada esta valiosa idea?
Finalmente, en vista que este tema no ha sido tocado en la campaña
electoral, esperemos que los próximos alcaldes que asuman el mandato el próximo
1º de enero del 2019 trabajen para cubrir el déficit de áreas verdes y con ello
brindar una mejor calidad de vida a sus habitantes. Ya es hora que esto sea
motivo de preocupación y de trabajo.
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