El turismo es un sector muy
sensible a la coyuntura y a las decisiones que vayamos a tomar hoy y
afrontaremos en el mediano y largo plazo. La primera condiciona de tal manera
que un viaje de ensueño se puede convertir en un martirio. Por ejemplo hoy en
día extensas regiones del Perú sufren el embate de la naturaleza. Lluvias
tremendas y sequías prolongadas hacen que viajes cuidadosamente planificados
tengan que ser modificados en el momento. Estos cambios climáticos han traído
consigo destrucción que afecta a los pobladores e infraestructura vital para el
turismo.
Sin embargo no todas las amenazas
provienen de la naturaleza. Los gobiernos y sus decisiones también pueden
acarrear tremendos problemas en el futuro. Una de ellas es la firma de la
adenda para la construcción de un aeropuerto cuya ubicación es cuestionada por
muchos expertos, incluyendo los pilotos que aterrizarán y decolarán en el
futuro aeropuerto. ¿Qué pasará cuando por motivos que ya se prevén como los
vientos existentes en la zona, varios vuelos no puedan aterrizar o partir?
Simplemente los perjudicados serán los viajeros tanto nacionales como
extranjeros siendo éstos los más perjudicados pues con un itinerario de escasos
días podrían perder parte de su viaje, incluso visitar la ciudadela de Machu
Picchu razón de ser de la gran mayoría de los viajeros que vienen a nuestro
país.
Ni que decir de otros motivos que
hoy se esgrimen con real preocupación. Lima, principal destino del Perú verá
que miles de viajeros dejarán de visitarla pues la principal aerolínea de
nuestro país, al parecer, podría priorizar el eje Santiago de Chile-Cusco en
lugar de Lima-Cusco. Cuestión estratégica que debemos mirar con preocupación y deberá
ser motivo para alzar nuestra voz en defensa de nuestros intereses.
Pero no solo esto es motivo de
nuestra preocupación. El escándalo de la corrupción también golpea la
realización de importantes obras de infraestructura de la capital. Un ejemplo de
ello es la construcción de la Línea 2 del Metro de Lima, obra que
al parecer no estará lista para el 2019, ni siquiera los tramos previstos. Ello
afectará sin duda alguna la realización de los Juegos Panamericanos pues la
ciudad no contaría con este importante medio de transporte que urge para hacer
viable movilizarse en la ciudad sin la congestión que hoy sufre.
Los Juegos Lima 2019 se prevé que
será un importante hito para el Perú de cara al Bicentenario pero los atrasos –atribuidos
al anterior y al presente gobierno- hacen dudar de su realización. Es más, ¿quiénes
harán las obras y si no habrá un manto de duda sobre la capacidad de hacer
obras sin la mácula de la corrupción? Es más muchos cuestionan incluso no solo
viabilidad de la realización de las obras sino su rentabilidad social. ¿Será
oportuno invertir más de 1,200 millones dólares habiendo grandes necesidades
más urgentes y perentorias? ¿El monto invertido no terminará inflado con
sucesivas adendas como ha sucedido en muchas obras, producto de la corrupción
que hoy se destapan y cuya fetidez tenemos que soportar?
Finalmente vemos con esperanza la
restauración de la Casa de la Cia de Seguros Popular y Porvenir, la misma que
pronto será sede de un importante centro comercial, el mismo que dinamizará y
pondrá en valor una zona que hoy está sumida en la miseria y antes (en los años
70s) fue una importante zona comercial del Centro Histórico de Lima. Esperamos
que este ejemplo sea replicado en zonas como Barrios Altos, Rímac y zonas
tradicionales de Lima como Monserrate.
No hay comentarios:
Publicar un comentario