Leímos un interesante artículo
publicado en la edición de aniversario
de Semana Económica sobre cómo –desde la
óptica de Adriana Roca, la autora- el
Perú está convirtiéndose en un destino de “lujo”. Sin embargo, valga
decirlo, que un país reciba cada vez más turistas de altos ingresos no lo hace
en sí un destino de esas características.
No cabe duda que los cambios
ocurridos en los últimos 25 años han posibilitado una mejor infraestructura hotelera, mejores carreteras, restaurantes de
primer orden, entre otros. Sin embargo aún la agenda pendiente –entre otras
cosas el combate eficiente contra la
inseguridad- impide que tanto el organismo estatal de promoción del
turismo, PromPerú, como el sector privado busquen, con éxito, orientar la percepción
del turista a fin que consideren la visita a nuestro país cuando piensen en un
destino de lujo.
El viajero de altos ingresos cuando quiere lujo no viene precisamente al
Perú. Esas es una realidad. El Perú
debe ser promocionado como un lugar donde se
viven experiencias “únicas y plenas” en
un entorno maravilloso. Y qué mejor que sí podemos ofrecerle, por ejemplo,
hoteles como los mencionados por la autora del citado artículo.
A ello debemos sumarle una mejora
en el tránsito vehicular en las principales ciudades del Perú y seguir en el
camino de mejorar los aeropuertos y ampliar la interconexión con vuelos
interregionales para que los turistas accedan a una mayor oferta de destinos.
Por ejemplo no es posible que aún no se pueda conectar la región Amazonas con
el principal aeropuerto del Perú a fin de acceder a la maravillosa ciudadela de
Kuelap. Actualmente solo se puede llegar a ese destino vía terrestre luego de
de más de 16 horas de viaje.
Lo que sí no podemos dejar de
resaltar es el impacto que ha tenido el
boom de la gastronomía en la llegada de más turistas, lo que trae como
correlato la apertura de restaurantes de comida peruana en las principales
ciudades del mundo de donde proceden aquellos turistas que probaron por primera
vez nuestra comida aquí, en el Perú. Ello, además del impacto en el sector
servicios, tiene también impacto en el
sector agroindustrial pues muchos ingredientes para elaborar platos de nuestra
gastronomía son ya demandados por mercados donde se aperturan restaurantes de
comida peruana.
Otra de las observaciones hechas
por la autora del citado artículo que consideramos importante es el efecto de las opiniones –publicadas en
las principales redes sociales - de gente del “jet set internacional” sobre
nuestro país. Con toda seguridad muchos habrán descubierto que existe un
país llamado Perú y que tiene lugares dignos de estar. Sin embargo valga la
pena decirlo, que más allá de la opinión de gente como Leonardo di Caprio o
Gisela Buendchen, un hecho contribuyó en
gran medida a una mayor exposición del Perú como destino imperdible y ello fue
la incorporación de la ciudadela de Machu Picchu como una de las 7 Maravillas
del Mundo en el año 2007.
Finalmente, tomando datos del
artículo publicado en Semana Económica,
el 6 % de turistas que llegan al Perú son viajeros que gastan en promedio 7 mil
dólares al día y su llegada registra un crecimiento del 7 % en el Perú y tiene
un crecimiento de 48% a nivel global.
Apostemos entonces porque más viajeros de altos ingresos lleguen al
Perú para disfrutar de un país maravilloso e imperdible más no, necesariamente,
que vengan pensando en llegar a un lugar de “lujo”. Nos comentaba un alto directivo de una de las
más importantes empresas alemanas que para estar en un hotel de lujo él pensaba
en Dubai. Para él, Perú era de “lujo” por las experiencias que habia vivido en
Cusco, en Pacaya Samiria o en el lago Titicaca. El “lujo” lo hacía la
hospitalidad de los peruanos, su comida y su historia.
Atención con ello, amigos operadores y de PromPerú.
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