El espíritu que rodeó el nacimiento de Jesús en Belén hace más de dos mil
años era sin duda alguna diferente al que nos rodea hoy en el mundo.
En medio de carencias y de mucho amor, Dios se hizo hombre un 24 de
diciembre. Quizás las mismas circunstancias que afrontan millones de hermanos
que aún tienen urgentes necesidades. Nuestro país sumido en una profunda crisis
social y económica logró levantar cabeza y millones de personas se han
beneficiado de este renacer del Perú; sin embargo muchos peruanos aún demandan
mejores condiciones de vida.
Quizás de ello no nos percatemos, a cientos de kilómetros de las zonas más
pobres del Perú; pero es necesario que ello no ocurra. Sin embargo vemos con
esperanza como muchos peruanos abren sus corazones y buscan llevar unos
momentos de alegría y compartir con nuestros hermanos que sufren penurias
económicas.
No tiraremos piedras y “rajaremos” del consumismo que embarga estas
fiestas. Gracias a él la economía se mueve, las empresas venden, son viables y
con ello hay empleo y desarrollo. Pero que no solo eso sea el “espíritu
navideño”. Ante todo éste debe ser algo que nazca en nuestros corazones. Quizás
todo comience con un verdadero propósito de enmienda, ser solidarios y que la
alegría reine en nuestras casas no por las cosas materiales sino porque hay
unión y amor.
No somos tan religiosos pero sí respetamos y admiramos a las familias que
comparten un momento de oración durante el Adviento o van a la Misa de Gallo,
por citar dos fechas en estas fiestas. Dice un antiguo dicho; “familia que reza
junta, familia unida”. Quizás sea momento de que así sea, en estos tiempos de
ausencia de valores. Y para quienes prefieren no orar, el diálogo es parte
importante de la unión, armonía familiar y el proceso de enseñanza de valores.
Es necesario que desde niños se inculquen éstos desde la propia casa; amor
al prójimo, amor a la patria que nos vio nacer, ser solidarios y oponernos a
las injusticias, cumplir nuestros deberes como ciudadanos, entre tantos otros
valores.
Para concluir, ECOAVENTURA VIDA les desea de corazón una Feliz Navidad, que
su hogar se colme de bendiciones y que
este año nos traiga muchos parabienes¡¡
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