El Municipio de Lima Metropolitana publicita con frecuencia la pronta “revolución”
en el transporte urbano de pasajeros, lo que implicará el reordenamiento de las
rutas y corredores viales, inversión en nuevas unidades menos contaminantes y
la formalización de las empresas futuras concesionarias de los principales
corredores de la ciudad. Para ello se requiere firmeza y ejercer el principio
de autoridad que el pueblo le concedió a la alcaldesa y los regidores.
Paralelamente a este proceso ya circulan por Lima, uniendo el norte con el
sur y el sur con el este de la ciudad respectivamente, tanto el Metropolitano como
la Línea 1 del Tren Eléctrico. A ello se suman obras iniciadas en la anterior
administración municipal como la licitación de la obra de la vía rápida que
correrá a lo largo de la Vía de Evitamiento que unirá 11 distritos y que ya se
encuentra en plena etapa de ejecución.
El transporte urbano es un gran problema para millones de limeños. En los
90s era igual y soluciones transitorias
(“las combis” y el aumento de taxistas como “colchón ante la falta de empleo”)
se convirtieron en “permanentes”. Hoy sufrimos esa falta de planificación.
Miles de taxistas invaden las calles y vetustas unidades de transporte aún
siguen transitando en Lima.
En el Centro Histórico de Lima ya se ha planteado la necesidad de
peatonalizar sus calles. El eje compuesto por los jirones Ucayali-Ica es un
inicio pero avanza a paso de “tortuga”, mientras otras calles como los jirones
Andahuaylas y Paruro en el Barrio Chino y la zona de Carabaya y Ancash al
costado de Palacio de Gobierno son las próximas zonas peatonales que se piensa
habilitar. Esto conlleva necesariamente reordenar el transporte de autos por el
Centro de Lima a fin de evitar aglomeraciones y “cuellos de botella”. Esta
peatonalización es inviable con la actual carga vehicular.
Creemos que se está avanzando pero no a la velocidad que se requiere. La
Municipalidad de Lima Metropolitana tiene que hacer su parte y los
inversionistas privados la suya. Por parte del Municipio se requiere, por
ejemplo, una ordenanza muy sencilla; limitar el tránsito de unidades
vehiculares con una antigüedad mayor a cuatro años a solo 4 días por semana. Esto
implicará menor tráfico y menos contaminación. Para esto solo se requiere: ejercer
su autoridad. Otras capitales con similares problemas ya lo han hecho como el
DF en México.
Como ya hemos mencionado la formalización de las empresas transportistas
traerá consigo una modernización del transporte en Lima. Diremos, por fin, adiós
a los “correos”, a los accidentes, a los choferes irresponsables y cobradores
impresentables. Justamente el otro día tomé por primera vez el Tren Eléctrico y
me volvió a sorprender, como cuando tomé el Metropolitano por primera vez, que sea posible viajar en un vagón limpio,
rápido y puntual. Claro está que en todo lugar donde hay un servicio rápido hay
sobredemanda y por ende congestión en las “horas punta”. Esto no invalida la
propuesta y menos debe ser motivo de “sesudos” reportajes de los eternos
quejosos que no aportan soluciones sino solo presentan problemas. Al respecto,
frente a estos problemas, el Metropolitano ampliará su flota y frecuencias y el
Tren Eléctrico contará en los próximos 12 meses con 19 nuevos trenes.
Esperemos que estos cambios vengan pronto y que el “eterno problema” tenga
por fin una solución eficiente y en beneficio de millones de limeños. Ya los
comerciantes de Gamarra son beneficiados con el flujo de pasajeros que se
trasladan hacia este centro comercial desde San Borja, Surco por ejemplo y los
turistas que se alojan en Miraflores Y San Isidro que en tan solo 23 minutos
pueden llegar al mismo Centro Histórico de Lima así como los miles de pasajeros
que se trasladan diariamente con el Metropolitano y el Tren Eléctrico.
http://www.ecoaventuravida.com
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