El boom de la gastronomía
peruana se ha convertido en un círculo virtuoso que empezó con la
internacionalización de nuestra comida con su plato estandarte , el ceviche, y
la bebida de bandera, el pisco y el cóctail hecho a base de este destilado o
sea el Pisco Sour.
Solo en Chile se ha
invertido US$ 300 millones en restaurantes de comida peruana y en otros lugares
como Miami, Londres, México DF, Bogotá y Madrid ya el interés en lo peruano es
evidente.
Esto ha traído como
consecuencia una revalorización de la profesión de cocinero, una proceso
inclusivo que ha llevado desarrollo y riqueza al campo y un sentimiento de
orgullo nacional que no se ha había visto anteriormente.
La comida peruana no solo
es parte de una ancestral forma de cocinar de los antiguos peruanos sino que es
producto sobre todo de sucesivas migraciones que han hecho de ella una mezcla
de aromas, sabores, formas de cocinar y productos venidos de lejanos lugares
como China, Japón, países árabes y claro está de Europa (España, Francia,
Italia, principalmente), hecho que tiene relación con nuestro pasado colonial.
La naturaleza ha hecho su
parte, sin duda alguna. El Perú tiene enorme biodiversidad producto de diversos
climas y pisos ecológicos que posibilitan que tengamos cientos variedades papas
comestibles, frutas, ajíes, maíz, la quinua, peces y una larga lista de productos,
los cuales hacen posible una diversidad de cocinas regionales como la “criolla”
de Lima, la de la costa norte, la Arequipeña, la de la sierra norte, centro y
sur y la de más reciente descubrimiento o sea la de la Amazonía, cuyos encantos
y embrujos nos brindan peces, frutas y diversos productos agrícolas que recién
empiezan a ser conocidos en los círculos gastronómicos.
Las diversas cocinas
regionales son producto también de formas diversas de cocinar, sea la “pachamanca”
bajo tierra; la cocción con tan solo limón y sal en la costa; sobre piedras
blanqueadas por el fuego; rotando sobre brasas; en “woks de origen chino; y
muchos otros más.
Pero no todo es “color de
rosa”, la demanda de ingredientes como el ají amarillo, las papas nativas, la
quinua y muchos más han influido en una subida sustancial de sus precios que ha
sido beneficioso para los agricultores más no para los consumidores y la propia
demanda en alza de estos productos está originando que no se pueda cumplir
satisfactoriamente con los envíos a los mercados demandantes, cosa que
naturalmente en un mediano plazo se solucionará y posibilitará el ingreso de
más productores y hectáreas de tierras a este “círculo virtuoso”.
Hace una semana, el
Gobierno Peruano reglamentó el ingreso de productos “transgénicos” para
proteger nuestra biodiversidad, algo que es saludado por muchos pero siempre
hay voces discordantes que merecen ser escuchadas. Este control permitirá
fomentar el cultivo de productos orgánicos, cuya demanda va en aumento en el
mundo y sin lugar a dudas beneficiará a nuestros productores.
Finalmente no debemos
dejar de mencionar productos que sin lugar a dudas han tenido un crecimiento en
su producción y exportación como el café, destacando la variedad Tunki, el
cacao, los espárragos, la paprika, las uvas Red Globe, las paltas, la lúcuma,
la chirimoya, el ají piquillo, entre otros tantos productos que se sirven en
las mesas de todo el mundo.
Que el boom siga
creciendo, en beneficio de muchos peruanos y que siga posibilitando la
inclusión social y el orgullo por lo nuestro¡
https://www.ecoaventuravida.com
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