Mucho hablamos de Machu Picchu pero poco sabemos de esta majestuosa ciudadela,
considerada unas de las Maravillas del Mundo.
Se estima que su construcción fue
iniciada por el inca Pachacutec en la segunda mitad del siglo XVy fue
continuada por su hijo el inca Túpac Yupanqui.
Machu Picchu fue
concebida ante todo como un lugar “sagrado” pero también fue un centro administrativo, político y religioso e incluso
algunos dicen que sirvió de refugio a la llegada de los españoles a la ciudad
del Cusco. Ocho caminos la atraviesan.
Machu Picchu albergaba a unas 500
personas y esta población
aumentaba cuando llegaba el inca y su séquito. El área comprendida por el
Santuario abarca una extensión de 32,592 has y albergaba un espacio considerado sagrado, un espacio residencial (donde albergaban los sacerdotes, administradores
y las acllas), una zona agraria y una zona urbana (para todos aquellos
que no estaban relacionados al poder de entonces). La ciudadela tiene hasta 17
tipos de construcciones y hasta ahora no hay datos muy precisos sobre la forma cómo
fue construida.
Machu Picchu está
construida sobre el batolito de
Vilcabamba y constituye un nexo entre los Andes y la Amazonía por su ubicación
y las actividades de comercio que se realizaron en su época de apogeo.
Machu Picchu es un lugar mágico y con “mucha energía”. Les aseguramos que
cada vez que vayan lo verán y sentirán de muy diversas formas. Es como si el
estado de ánimo y “la atmósfera” influyeran en nuestras percepciones.
Para llegar a la ciudadela debemos trasladarnos en tren, el mismo que puede
partir de Poroy, Urubamba u Ollanta, y llegamos a Aguas Calientes o Santa
Teresa, desde donde accedemos a la ciudadela vía un servicio de buses o caminando. Muchos viajeros llegan al Inti Punku (Puerta
del Sol) luego de más de 3 días de caminata y desde ahí divisan la imponente
ciudadela en el amanecer del cuarto día (esta
caminata es llamada Camino Inca).
Hay otras alternativas de caminata como las llamadas “trek Lares”, “trek Salkantay”
o el que une Choquequirao con
Machu Picchu. Para ello se requiere un buen estado físico y espíritu aventurero.
Normalmente los viajeros visitan al ciudadela en un solo día pero hay otros
que prefieren pernoctar en el pueblo de Aguas Calientes y desde ahí partir muy
temprano al día siguiente para observar el amanecer en la montaña. Otro de los
atractivos es sin duda alguna subir al
Huayna Picchu, lo que nos demanda un par de horas (subida y bajada) y desde
la cumbre observar toda la ciudadela. Para esto, deberán comprar la entrada a
la ciudadela indicando que desena hacer esta subida (hay dos horas de inicio: 07.00
y 11.00 horas y hay un tope de ingresantes a esta área).
Machu Picchu tiene innumerables atractivos y si desea no perderse los
detalles, sugerimos visitar la ciudadela
en compañía de un guía especializado. El Torreón; la Plaza Sagrada (Templo Principal, la casa
del Sacerdote Supremo y el Templo de las Tres Ventanas); el Palacio del Inca;
el Intihuatana; el Templo de Cóndor, el Recinto de los Espejos; la Zona de Los
Amautas; los impresionantes andenes agrícolas y el maravilloso paisaje, entre
otros atractivos, nos dejarán maravillados.
Machu Picchu, lugar imperdible;
donde debemos estar por lo menos “una vez en nuestra vida”. Reserve con tiempo sus boletos de tren (consultar
con los operadores) y la entrada a la ciudadela (hay diversas tarifas
establecidas para peruanos, extranjeros, residentes en Cusco, estudiantes y
niños), pues entre junio-octubre, época considerada temporada alta; hay mucha
demanda.
En el pueblo de Aguas Calientes hay una variada oferta de alojamiento,
desde hoteles baratos hasta los de lujo que ofrecen un servicio de primera. Así
mismo hay diversos horarios y lugares de partida de los trenes siendo Perú
Rail, el principal operador y cuyo servicio en el tren “Hiram Bingham” es
realmente impresionante.
Considere dentro de su presupuesto también el precio de los buses de acceso
(subida y bajada) y su refrigerio u almuerzo. Recuerde que los precios son
sustancialmente más caros pues todo es traído desde Cusco, aunque una buena
alternativa es el Mercado de Aguas Calientes que tiene un área de comidas, muy higénica y de buena
calidad. Para subir a la ciudadela lleve agua, fruta y un refrigerio.
No olvide de respetar las indicaciones de los guardabosques o las
instrucciones que figuran en toda la ciudadela. No hacer ruido, no botar basura
en el camino y recuerde que sus pasos están recorriendo un lugar “sagrado”.
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