Fui a Paracas el fin de
semana después de un tiempo. Quedaron atrás aquellos días cuando fui por
primera vez hace 28 años. Con decirles que hoy el paseo a las Islas Ballestas
se hace en 2 horas y hace 28 años, en 4.
Hoy Paracas y Pisco son
caras diversas de una misma medalla. Pisco aún no logra curar sus heridas en tanto
Paracas renace como el “ave Fénix”.
La pista de acceso de la
Panamericana a Paracas ha sido repavimentada, grandes proyectos continúan
adelante como el complejo habitacional de Shamrock, el nuevo embarcadero está
casi listo y nuevas y potentes embarcaciones surcan el mar llevando turistas a
visitar las Islas Ballestas, que por temporada lucen llenas de aves, lobos e
incluso de los siempre tímidos pingüinos.
Sin embargo Pisco no
puede todavía tener un terminal de buses donde dejen y recojan pasajeros. La pista
sigue siendo el paradero “informal” de todos.
Paracas sigue luchando
contra la escasez de agua mientras los hoteles de lujo siguen llegando, primero
fue el Libertador, luego el Hilton, después el San Agustín y se viene otros
más. Esperemos que las autoridades hagan lo posible por solucionar este enorme
problema.
Algo que me ha llamado la
atención es que Paracas ha crecido, a pesar de no contar con demasiado espacio , pero en desorden y sin tener un
patrón paisajístico. No solo los hoteles citados han llegado sino nuevos hoteles
de 3 y 2 estrellas compiten por un segmento que busca un alojamiento limpio y
cómodo.
El Malecón del Chaco aún
no tiene el lustre que debería tener y no hay una buena cafetería o panadería
para los miles de viajeros que llegan a Paracas.
Otro de los detalles que me llamó la atención es el desorden y el retroceso de Lagunillas. Un lugar donde no habiendo mayor comodidad, se da el lujo de cobrar en sus restaurantes precios altos. ¿Qué hacen con todos los recursos que se cobra por ingresar a la Reserva de Paracas, cuyo museo dista mucho de lo que debería ser?
Otro de los detalles que me llamó la atención es el desorden y el retroceso de Lagunillas. Un lugar donde no habiendo mayor comodidad, se da el lujo de cobrar en sus restaurantes precios altos. ¿Qué hacen con todos los recursos que se cobra por ingresar a la Reserva de Paracas, cuyo museo dista mucho de lo que debería ser?
Se espera que el boom constructor en Paracas siga; está en cartera la ampliación y mejoramiento del aeropuerto de Pisco el cual será un punto importante que servirá para unir Lima con Paracas, Nazca y Cusco y sigue pendiente la autopista que unirá Lima con este balneario.
Apostamos por el
crecimiento de Paracas pero no debemos olvidar que éste debe incluir a sus
pobladores y a los de Pisco, que aún no se recuperan del fatídico terremoto del
2007. Solo así podemos hablar de inclusión social y hacer que este crecimiento
sea sostenible en el tiempo.
https://www.ecoaventuravida.com
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