Hoy recordamos a las víctimas del fatídico terremoto del 31de mayo de 1970 y las del consiguiente aluvión que sepultó a la ciudad de Yungay y sus más de
50 mil habitantes.
Han pasado 43 años y el Perú en memoria de esas víctimas ha instaurado el día de la Defensa Civil a fin de
sensibilizar a la población sobre la tarea de prevención frente a posibles
desastres naturales. Algo se ha avanzado al respecto; el día de ayer se llevó a cabo un simulacro a
nivel nacional con la participación activa de más del 70 % de la población. Esto
ya es una buena señal.
El Perú, por su ubicación geográfica, está expuesto a constantes sismos,
muchos de ellos mayores de 5 grados, habiendo sido el más fuerte el acaecido en
el 2007 (7.9 grados) cuyo epicentro fue en la región Ica; sin embargo no solo
ese peligro nos acecha. El calentamiento
global trae consigo otras amenazas como la desglaciación, sequías y fuertes
lluvias, desertificación en la selva amazónica, entre otros.
Frente a todo ello es prioridad que las autoridades en todo nivel (local,
regional y nacional) adopten las medidas con las que se puede prevenir o
atenuar los efectos de los desastres naturales. Entre tanto, los ciudadanos debemos poner de nuestra
parte, modificando patrones de consumo (reutilización y reciclaje); uso eficiente
de los recursos escasos como el agua, energía y otros; disminución del CO2 y
con ello menor incidencia del efecto invernadero; entre otras acciones
urgentes.
Además es necesario realizar las
acciones en su momento para prevenir los efectos de la naturaleza, como por
ejemplo la descolmatación y limpieza de
los cauces de los ríos, construcción de defensas ribereñas, supervisión y
control del uso de los suelos y zonas de “huaicos”, entre otras. Todo es
labor de los municipios y lamentablemente hay un déficit importante en la
ejecución adecuada de estas tareas en la época cuando el cauce de ríos es bajo
(hablamos de la costa).
Anteriormente nos hemos referido también a las tareas de reciclaje de
desechos contaminantes como plásticos, pilas,
“basura tecnológica” y ciertos desechos como pañales y otros. Como bien
dicen los especialistas, procuremos
reutilizar lo que aún es útil y en todo caso, reciclar adecuadamente todo
aquello que es posible utilizar como materia prima de segundo uso y aquello que
es tóxico o altamente contaminante, someterlo a un proceso con todo el cuidado
del caso. Es sabido que las computadoras, pilas y celulares contienen
minerales altamente tóxicos y que otros desechos como plásticos o metales no se
pueden degradar sino en muchos años, causando una gran contaminación
Luego del terremoto del 2007, mucho se incidió en estar preparados para
afrontar un posible terremoto. Se publicitó mucho la llamada “mochila salvadora” que debería contener
una serie de ítems útiles en caso de un desastre natural como alimentos secos,
agua, un botiquín de primeros auxilios, equipos de comunicación, un kit de
supervivencia, entre otros. A la fecha cabria preguntarse si tenemos lista esta
mochila.
Como dice el dicho, la “defensa
civil es tarea de todos”, no solo de las autoridades. Las tareas de prevención
son imprescindibles.
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