Quienes no han recorrido el llamado “Perú profundo”,
quizás no sepan lo que es sufrir el frío implacable que se mete por las
rendijas de una humilde casa de adobes o por el techo de paja o calamina.
Para un peruano citadino, el programa de mejoramiento de viviendas
rurales es posible que no diga nada pero para cientos de peruanos sí ha
significado un cambio notable en su calidad de vida, sobre todo para los
beneficiarios de este programa cuyo acceso se da de acuerdo al Sistema de
Focalización de Hogares del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social
(MIDIS).
Según
estadísticas del Ministerio de Vivienda, a la fecha se ha beneficiado a cerca
de once mil familias con una inversión de casi 200 millones de soles y para el
2016 se ha previsto financiar obras de mejoramiento de viviendas para más de 4,500 familias
con una inversión aproximada de 82 millones de soles