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miércoles, 23 de agosto de 2017

PANORAMA DEL TURISMO: AVANCES, OBRAS PENDIENTES Y RETOS

En los últimos días el Presidente de la República ha vuelto a hablar de la necesidad de contar con tres teleféricos que facilitarían el acceso a la ciudadela de Machu Picchu, al centro arqueológico de Choquequirao  (que partiría desde el poblado de Cachora en Apurímac) y al mirador del Cerro San Cristóbal en la ciudad de Lima.
Consideramos que es una medida atinada y de gran impacto pues facilitaría el acceso a estos tres lugares. Recordemos que un primer teleférico ya está en funcionamiento y con gran éxito en la región de Amazonas y ha posibilitado un aumento considerable de visitantes al centro arqueológico de Kuélap, de características similares a la ciudadela de Machu Picchu.

Creemos que con la construcción de un teleférico el complejo de Choquequirao estará disponible no solo para los viajeros que demanden programas de aventura sino para aquellos que deseen un programa “full day” sin la necesidad de realizar caminatas exigentes. Un importante avance que dinamizará el corredor Apurímac-Cusco e incluso uno ampliado que partiría desde la costa en Pisco hasta Ayacucho por la Vía de Los Libertadores y desde ahí se iría hasta Cusco pasando por la región Apurímac, destino que cuenta con importantes atractivos como la laguna de Pacucha, la Piedra de Saywite, la Reserva del Ampay, el Cañón del Apurímac y las propias ciudades de Andahuaylas y Abancay.

Otras dos obras que esperan su pronto inicio son la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez (Callao) y el inicio de las obras de remoción de tierras en el aeropuerto de Chinchero en Cusco, obra que se encuentra suspendida. Ambas obras posibilitarán que el Perú se convierta en el más importante hub de Sudamérica y con ello incrementar el número de turistas que visitan a nuestro país.
También consideramos de gran impacto el Corredor Fluvial “Hidrovía Amazónica” (ya entregado en concesión) que harán navegables todo el año los más importantes ríos de nuestra Amazonía (Amazonas, Ucayali, Marañón y Huallaga) y ello no solo traerá comercio sino un mayor flujo turístico atraído por sus atractivos.

Por la vastedad de nuestra geografía y la dificultad que implica unirla es imprescindible la inversión para el mejoramiento de los aeropuertos regionales pues ello conllevará hacer viable unir diversos destinos vía vuelos interregionales sin tener que pasar necesariamente por Lima como es el caso de la ruta Trujillo-Cusco o rutas como Chachapoyas-Tarapoto que darán un gran impulso a la Ruta Norte y a la Ruta Nororiental.

Todo lo expuesto es importante e imprescindible para dinamizar el Sector Turismo, cuya importancia es innegable por ser gran generador de empleo directo e indirecto, divisas y desarrollo; sin embargo, el sector requiere también que el país sea un lugar seguro y que haya paz social. Sin ello el turismo se retraerá pues los turistas buscan justamente ir a un país que cuenten con estos requisitos.


Por lo expuesto en el párrafo anterior el Gobierno, en todas sus instancias, tiene que hacer los mayores esfuerzos para hacer de nuestro país un lugar atractivo para las inversiones privadas y garantizar un desarrollo sostenible e inclusivo, condiciones necesarísimas para lograr la paz social.

martes, 8 de agosto de 2017

COMER RICO ES MODA: PERU Y SU BOOM GASTRONOMICO

El boom de la gastronomía empezó con el nuevo milenio. Ha sido una forma de redescubrir nuestra esencia expresada en una diversidad tan grande como la vastedad de la geografía del Perú, con la influencia de diversas culturas desde las preincas y la Inca que fueron transformándose con la llegada de los españoles, los negros, los chinos, los franceses, los italianos, los japoneses y de otros pueblos allende los mares.
Hoy la televisión local emite una serie de programas sobre gastronomía que tuvieron su génesis en el Qué Cocinaré de la gran Teresa Ocampo y hay una serie de escuelas y programas universitarios donde forman chefs y administradores del sector. No solo se promociona y revalora nuestra cocina sino se forma nuevos exponentes de la gastronomía peruana. Un gran avance¡¡

Los exponentes del boom han sido Cucho La Rosa, un ortodoxo de la cocina; Israel Laura, un exponente de la fusión conservando las raíces y Gastón Acurio, un innovador desde la primera versión de la comida “novoandina”. A ellos les antecedieron, por citar a dos exponentes de la comida criolla, Teresa  Izquierdo y Rosita Ríos, ambas ya finadas y la gran labor de la finada Rosita Yimura (Ciudad del Pescador) y de Huichi Sato de Costanera 700.

El boom gastronómico coincide también con los esfuerzos de APEGA plasmados en Mistura, que este año cumplirá 10 años y se ubicará esta vez en el Club Revólver, en el emblemático distrito del Rímac.

Afortunadamente el boom ha sido inclusivo, ha servido para que las exportaciones agroindustriales se incrementen, la comida peruana se internacionalice y se descubra las cocinas regionales como la amazónica y se relancen la arequipeña, la piurana y otras.
Los sabores son infinitos y productos como la inmensa variedad de papas nativas, la quinua,  el sacha inchi, las diversas variedades de maíz, los pescados azules revalorados, las variedades de ajies como el charapita o el limo, se han hecho conocer en el mundo.
Las presentaciones han variado y las formas de cocción también. Aparecieron “la caja china”, “el cilindro”, se hizo conocida la cocción “al palo” y el cebiche ya no se “cocina en limón” tanto como antes. El pollo a la brasa sigue siendo el preferido de muchos, mezclar la “Papa a la Huancaína con los tallarines” ya no es una herejía y comer un buen chicharrón es un manjar de estos tiempos.
De pronto todo cambió; apareció Isolina con su propuesta “de barrio” y los anticuchos de Grimanesa ya no se venden en una carretilla ubicada en una esquina miraflorina sino en un local a pocos metros.
Con las frutas ha pasado algo similar. El aguaymanto ya es un  alimento que comen muchos peruanos y otras frutas desconocidas como los berries hoy se consumen.

El café Tunki y otras variedades hoy son apreciados por muchos no solo en el Perú sino en el mundo; el Pisco dejó de ser una bebida de “gente mayor y de pocos recursos”; los cocteles en base al Pisco sea el Pisco Sour, los chilcanos o los frutados representan más del 50% de lo que se consume hoy en día en bares limeños y el boom alcanzó a las cervezas artesanales donde hay cada día más marcas, variedades y sabores.

El Perú tiene hoy en día restaurantes reconocidos como el Malabar y Amaz de Schiaffino, el Central de Virgilio Martínez , el Astrid & Gastón de Gastón Acurio y su esposa, el Maido de Misha, por citar algunos. Pero no solo los top sacan la cara por nuestra comida sino antiguas y nuevas tabernas como el Juanito, el Queirolo, Superba, Barrio y La Botica; y por qué no el Carbone, el Cordano y otros.

¿Qué hacer para seguir cuesta arriba? Trabajo y más trabajo. Que los agricultores, pescadores y otros productores sigan incorporándose a este “círculo virtuoso”; que las escuelas y universidades sigan formando nuevos chefs y administradores orientados a la gastronomía; que los estándares de calidad sean cada vez más altos empezando por el servicio, infraestructura y hasta la presentación de los platos; así como que no sean unos pocos los destacados y reconocidos a nivel internacional sino muchos más.

Cómo ven el esfuerzo es de privados en el cual el Estado cumple un papel promotor sea en el apoyo para asistir a ferias internacionales, en las consejerías comerciales para abrir nuestros mercados y desde diversas entidades como el INDECOPI, SENASA y otros.

No podemos tener empresarios que por ganar unos centavos más resignen reconocer que el PISCO ES PERUANO y que altos funcionarios acepten estas posturas. Sí prosperan ellos,  con el tiempo  la chirimoya ya no será tampoco peruana o el Suspiro Limeño ya no será limeño.