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martes, 31 de octubre de 2017

PASEANDO POR CUENCA

Sus habitantes, a lo largo de la historia, hacen a una ciudad y la signan con una impronta que las hace especial. Así es Cuenca, una ciudad con un sello especial que no necesita de una “marca” fabricada por los especialistas en marketing.


En un anterior artículo dijimos que quien llegaba a conocer a Cuenca, caía enamorado de ella. Por diversas razones, el sentimiento termina siendo ése; sea por la fuerza telúrica de un pasado Cañari e Inca, por la influencia colonial o la influencia francesa. O quizás por todo ello que le brinda un carácter señorial a la ciudad.

La primera mirada que tuvimos al llegar a Cuenca es un río en cuyas riberas hay verdes paseos peatonales , a los que nuestro guía Juan Muñoz las señaló como Les Champs Elysees andinos. Como bien se dice, agua es vida y los cuatro ríos (Tomebamba, Yanuncay, Tarqui y Machángara) que atraviesan la ciudad –y que conforman el río Cuenca- dan eso. Vida¡

Nuestra primera experiencia, aparte de tomar fotos con la más poderosa cámara fotográfica (nuestros ojos) y archivarlas en la más grande memoria que alguien haya fabricado (nuestro cerebro), fue en el restaurante DOS SUCRES (Roberto Crespo 3-56 y Luis Moreno Mora) donde comimos las exquisiteces hechas por el chef  Daniel Contreras y cuyo propietario maneja un concepto de cocina ecuatoriana moderna que se elabora con productos orgánicos que provienen en un 60% de la comunidad APAY Barabon.
Luego de un almuerzo en tres tiempos, nos dirigimos a nuestro hotel, San Juan (General Torres 9-59), un extraordinario hotel Boutique donde pasamos las siguientes tres noches, gentilmente atendidos por Claudia Cruz y todo su equipo. Nuestra permanencia en el San Juan no solo se redujo a dormir sino a recorrer cada rincón por donde cientos de personajes importantes sintieron lo mismo que uno, el enorme placer de estar en este hotel.

La primera tarde recorrimos sus calles como se debe hacer, vale decir a pie y con un guía que conozca su ciudad. Otra de las formas sugeridas, luego de un primer paseo guiado,  es deambulando por sus calles, descubriendo a cada paso algo nuevo. Hay también el servicio de la empresa VanService que traslada a los viajeros en un bus panorámico o simplemente como sugiere el diario El Telégrafo (edición de domingo 15 de octubre) tomando los buses de servicio público (no en hora punta) sea la línea 16, la 12 o la 22. Cuenca tiene 475 unidades de servicio público que atienden de lunes a domingo de 06.00 a 22,00 horas a unas 130 mil personas al día.
Una idea sugerida es que  antes de empezar a caminar por la ciudad, vaya al Mirador de Turi para que tenga una vista panorámica de la ciudad. No se lo pierda¡

Los cuencanos son un pueblo creyente y ella se  demuestra en la existencia de 52 templos (17 de ellos en el Centro Histórico), entre los que citaremos aquellos donde ingresamos a conocerlos pero ante todo encomendar nuestra alma como la imponente Catedral de la Inmaculada Concepción, San Sebastián, San Francisco, San Blas, El Cenáculo, Las Conceptas, por citar solo algunas. Sin embargo lo más destacable son las diversas manifestaciones religiosas que convierten a Cuenca en un destino para todos aquellos que somos creyentes. El Pase del Niño Viajero (24 de diciembre), el Corpus Christi, el Festival de Luces en homenaje a Nuestra Señora del Rosario, Reina de Cuenca y del Azuay (7 de diciembre) y la Semana Santa, Mención aparte es el Santuario de la Virgen de Cajas y la extraordinaria historia de Patricia Talbot, de quien escribiremos posteriormente.
En el Centro Histórico de Cuenca uno encuentra a cada paso algo que nos llama la atención como la Calle Santa Ana, al costado de la Catedral Nueva, que tiene 460 años de existencia y ha sido reabierta después de 50 años.

Otro de los atractivos es ver el trabajo en vivo de un alfarero tradicional en la Galería de la Casa de la Cultura Núcleo del Azuay (Luis Cordero y Presidente Córdoba). Una maravilla¡

Si desea experimentar algo muy cuencano no deje de  tomar una soda “de verdad” a solo 1.25 US$ en la botica Central al lado del Consulado Alemán (Bolívar 9-18). Se dice que esta bebida cura todo, incluso la temida “resaca”.
Uno de los placeres que no debe dejar de experimentar en Cuenca es tomar un buen café. Escuchando Jazz  en el Jazz Society Café, en el Goza (Calle Larga con Borrero) donde hay música en vivo; en el Austria (Cruce de Hermano Miguel 8-81 y Bolívar), en  el Café del Museo (en el Museo Remigio Crespo Toral, Calle Tres de Noviembre, ingresando por la Calle Larga), por citar algunos.
Ya si nos coge la tarde, les recomiendo que se quede en los citados lugares o  busque otro dónde pasarla. Los locales cierran temprano (al menos para mi). Hay muchas otras opciones como Lolas Lounge Bar (Av. Florencia de Astudillo y Cornelio Merchán), La Cigale (Honorato Vásquez 7-80), La Compañía Brewpub (Borrero 4-58 y Honorato Vásquez), Jodoco Belgian Brewery (Mariscal Sucre frente a la Iglesia San Sebastián), el Mayu frente al río Tomebamba (en la esquina del Paseo 3 de Noviembre con Escalinata Juana de Oro) y el Yaku Lounge (Luis Cordero 5-66 y Honorato Vásquez).

Para los que le gusta caminar las calles de una ciudad, no dejen de transitar la llamada Ruta Francesa, cuya influencia nace con la llegada de la Primera Misión Geodésica Francesa en 1739, auspiciada por la Academia de Ciencias de Paris y que dio inicio a un romance que se tradujo no solo en el plano arquitectónico sino en las letras y artes en general y sobre todo en un carácter muy propio de Cuenca. De esta ruta podemos mencionar a la calle La Condamine; la Plaza San Sebastián y su Museo Municipal de Arte Moderno (que antes fue un sanatorio para alcohólicos) así como el San Sebas café, la Casa Azul Galería Café y el Jodoco Bistro; la Casa Bienal (Simón Bolívar 13-81) a donde pudimos ingresar y maravillarnos por sus interiores, la Clínica Bolívar (Simón Bolívar 13-14); la Casa del Coco (Simón Bolívar 12-60) una de las casas que mejor refleja la fusión del estilo colonial y  la  francés; un poco más abajo en Simón Bolívar 10-63 destaca la casona que ocupa la Dirección Provincial de Educación de una arquitectura neoclásica de los años 30; la Casa Sojos (Simón Bolívar 9-08) en cuyos bajos está la antes mencionada Botica Central (antes del Doctor Sojos); el Seminario de San Luis (Benigno Malo y Simón Bolívar) donde en 1813 se fundó el primer Seminario Conciliar; la casa de la familia Jerves Calero (Simón Bolívar 8-44); la Plaza Principal (manzana de las calles Simón Bolívar, Mariscal Sucre, Benigno Malo y Luis Cordero) donde está la Catedral Nueva, la Catedral Antigua, la Gobernación, el Municipio, la Corte Provincial de Justicia y otras casonas de inicio del siglo XX; y algo más alejadas, la Casa Museo Remigio Crespo Toral (Calle Larga y Presidente Borrero; el Colegio Benigno Malo y el local de la Alianza Francesa.

Como dijimos al principio, las personas imprimen su carácter a una ciudad y en el caso de Cuenca esto se traduce en importantes emprendimientos dignos de elogiar como el caso de la afamada Panadería de las Hermanas Villacis cuya propietaria Carlota Vélez Villacis endulzó mi paladar con sus quesadillas (momento que evoqué a mi madre ya fallecida, experta en los secretos de la pastelería); la empresa Ecuagenera, líder en la investigación, propagación, conservación y comercialización de orquídeas; el taller de José Jiménez, artesano en la técnica ancestral Ikat del tejido Cañari; la empresa exportadora Homero Ortega, líderes en elaboración de los llamados sombreros de Panamá; el agricultor Gregorio Villacis, líder en agricultura orgánica en la chacra Cuadruco y de los joyeros Fausto Ordoñez y  Milton Pullopaxi del Museo de la Joyería Cuencana.
Cuenca también destaca por ser cuna de grandes ceramistas como Eduardo Segovia y José Encalada, joyeros como Andrea Tello, Ernesto Peña y herreros como Humberto Guerra y repujadores en metal como Carlos Bustos.

Cuenca es un centro cultural que atesora su pasado en importantes museos como el de Las Conceptas (religioso), el de La Identidad Cañari (antopológico), el Museo de Arte Moderno, la Casa Museo “La Condamine” (artesanías, antigüedades y la tienda de modas “Mogazza”), el Museo del Sombrero de Paja Toquilla y otros como el Arqueológico Universitario, de la Historia de la Medicina, la Casa Museo Remigio Crespo Toral (historia), el de Las Artes Populares de América, el de Las Culturas Aborígenes, el Museo Manuel Agustín Landivar en el complejo arqueológico de Todos los Santos y el Complejo Pumapungo (histórico y etnográfico).

Como no podría ser de otra forma, la fusión cultural ha dado origen a una gastronomía singular donde destacan elaborados platos, pasando por la cocina tradicional y la popular. Lo comprobamos en cuatro diferentes lugares, el antes mencionado Dos Cruces,  El Mercado así como Warmi y El Cristo del Consuelo. Las carnes asadas, el mote, el amaranto, un excelente café, cacao de primera (visitar el Molino de Chocolate Industrial Fátima) y toda una tradición en la elaboración y consumo del pan y dulces en reconocidísimos lugares como el Complejo Todos los Santos de las hermanas Oblatas, la “Panadería Tradicional Todos los Santos”,  la panadería “Pan Tradicional con Horno de Leña” de Angel Tenemea, la Panadería “El Mentidero” y la ya mencionada “El Pan de las Villacís”.

Cabe resaltar la gran oferta de magníficos restaurantes y cafés por lo que invitamos a nuestros lectores a descubrirlos en su próxima visita a Cuenca y que mejor si hace coincidir ésta con el Carnaval de Cuenca, fiesta llena de tradición.

Y para ir de compras no deje de ir al moderno Mall del Río donde podrá encontrar de todo y a buenos precios. Y si aún desea algo más, visite el Amaru Zoo Bioparque de Cuenca a pocos kilómetros de la ciudad, camino a Azogues.

Otra de las fechas importantes para visitar la ciudad es la semana de aniversario de la Independencia (3 de noviembre) en la que se realizan importantes eventos como el Festival de Cine La Orquidea, el Festival de Poesía La Lira y Festival Gastronómico  “Cuenca entre sabores”. Y no olvide que el arte va de la mano con el relax y que mejor que ir a sus baños termales en dos recomendables lugares, Piedra de Agua y la Hostería Durán y si prefiere, combine el relax con adrenalina pues Cuenca ofrece excelentes lugares para hacer deportes extremos como la escalada en roca, el canopy, bicicleta de montaña y también caminatas (trekking y hiking) así como paseos a caballo.

Cabe el recuerdo de dos embajadores deportivos que tuvo el Perú en Cuenca. Luis Alberto Mora y Alberto Chochera Castillo, ambos vistieron las sedas del Deportivo Cuenca, dejando un buen recuerdo en los aficionados e hinchas del equipo rojo llamado el “Expreso Austral”.


En setiembre de este año, la World Travel Awards (WTA) otorgó el premio a Cuenca por ser “el Mejor Destino para Vacaciones Cortas de Sudamérica y el premio refleja exactamente lo que representa Cuenca. Es más miles de jubilados de USA, Canadá y otros países han elegido a esta ciudad como lugar de residencia.

Finalmente, resaltamos el trabajo de instituciones como ECOSISTEMA URBANO que ha planteado una serie de propuestas para convertir espacios públicos en lugares donde el poblador no solo goce de su ciudad a través de múltiples actividades como parte de “un plan de revitalización del Centro Histórico” sino que  participe activamente en la formulación de estas propuestas.


Cuenca, un excelente lugar para pasar unas cortas vacaciones. El mejor lugar de Ecuador¡


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miércoles, 25 de octubre de 2017

ENAMORANDONOS DE CUENCA


Se imaginan una ciudad limpia, ordenada, donde se respira cultura y el extranjero es bienvenido; en donde se puede caminar en paseos peatonales llenos de verdor al lado de cuatro ríos limpios  que cruzan esta ciudad; con una cultura gastronómica en alza y con casonas transformadas en hermosos hoteles boutiques o sedes de centros culturales y plazas donde uno puede sentarse a leer un libro y sentirse seguro? Se imagina un lugar donde se puede tomar agua del mismo grifo? Parece ser un sueño o un ideal a alcanzar; pero no es así estimados lectores. Esa ciudad existe y se llama Cuenca, Santa Ana de los Cuatro Ríos, la Atenas del Ecuador, que este 3 de noviembre celebra 197 años de Independencia.

Fuimos a Cuenca invitados por la Fundación Municipal Turismo para Cuenca que trabaja de la mano de la Alcaldía de la Ciudad a cargo del Ingeniero Marcelo Cabrera Palacios, que impecable gestión. Nuestra estadía fue de cuatro días en los cuales experimentamos un sinnúmero de sensaciones, todas ellas gratas y de enorme recordación y dignas de ser replicadas por todos aquellos que me leen.

Y para aquellos aún incrédulos, hago saber que en setiembre de este año, la World Travel Awards (WTA) otorgó el premio a Cuenca por ser “el Mejor Destino para Vacaciones Cortas de Sudamérica. 
Un dato adicional en los últimos tiempos más de diez mil pensionistas entre ellos la mitad provenientes de Estados Unidos escogieron como lugar para vivir a esta ciudad, lo que se explica – sin lugar a dudas- la calidad de vida que ofrece Cuenca.
¿Qué ha hecho que esto haya ocurrido? Tan simple para entender pero que requiere enorme constancia, capacidad de trabajo, pasión por lo que se hace y sobre todo personas dispuestas a “comprarse el pleito”. 
Esas personas existen y aparte del citado burgomaestre debemos citar a Tania Sarmiento, Directora de la Fundación; Cecilia Vicuña, Directora de Marketing de la Fundación; Felipe Cardoso, Asesor en Comunicación de la Fundación y nuestro hermano, el Guía Turístico Juan Muñoz con quienes compartimos inolvidables días y quienes nos hicieron sentir como en casa.
Cómo lo expresé en una entrevista en Radio Católica de Cuenca, donde fui invitado gentilmente, “todo esto, que la Gracia de Dios me está permitiendo vivir, se lo debemos a El y a un Proceso de Paz, que se basó en la sinceridad y confianza; condiciones imprescindibles para que sea duradera”. A pesar de que hubo sacrificios de ambas partes (“no hay merienda gratis ni se puede hacer tortillas sin romper huevos”), los resultados logrados confirman que el sacrificio valió la pena. Lo cierto que las generaciones actuales y futuras ya gozan y gozarán los frutos de la paz como en los pueblos de ambos lados de la frontera y la paz no permitirá que  la muerte segará vidas humanas en luchas fratricidas. Nosotros como viajeros lo experimentamos sintiéndonos plenamente bienvenidos cuando íbamos a restaurantes, en la calle cuando conversamos con ecuatorianos de todas las edades quienes siempre tuvieron una palabra de hermandad.
Por lo expresado no me queda duda en señalar a Cuenca como un destino del cual terminaremos, definitivamente, enamorados. Un lugar con “ángel”.

Nuestro viaje a Cuenca con visita a la ciudad de Guayaquil empezó en Lima y en un poco más de 90 minutos llegamos al aeropuerto de Guayaquil, ciudad donde estuvimos 3 días muy gentilmente atendidos por funcionarios del Distrito Metropolitano de Guayaquil, encabezada por un eficiente alcalde, Jaime Nebot Saadi.
Santiago de Guayaquil, fundada en 1537 por Francisco de  Orellana, es una ciudad para descubrir. A pesar no tener un Centro Histórico como el de Cuenca tiene como atractivo un atractivo Malecón adyacente y a lo largo del río Guayas con imponentes edificios como el del Municipio, el de la Universidad de Artes, la Torre Morisca, el hemiciclo La Rotonda, la Rueda, el Faro al que se accede subiendo 444 escalones y el Barrio de Las Peñas. Todo ello lo apreciamos caminando a lo largo del malecón y también navegando en una embarcación a lo largo del río Guayas.



Otro de los atractivos de Guayaquil es el Estero Salado, el Parque de la Iguana con la presencia de  innumerables de estos saurios, los afluentes del río Guayas (los ríos Daule y Babahoyo) y otros.
Guayaquil es una ciudad de corte popular con carácter, alegre y con mucho movimiento comercial. Su comida es reflejo de ello, lo mismo que debe ser conservado como tal y afortunadamente los esfuerzos están encaminados hacia ello a través de la revaloración de sus restaurantes populares llamados “las huecas”, al esfuerzo de centros académicos como la Escuela de los Cheffs ISAC (y su Director el afamado cheff Santiago Granda) y la Feria Gastronómica Raíces que en julio pasado organizó su primera edición.
Guayaquil también es una ciudad que ofrece cultura, diversión y muchas oportunidades para “vivir la vida”.
El cuarto día (17 de octubre) muy temprano (lo recomendable) continuamos el viaje por tierra rumbo a Cuenca acompañados de un magnífico guía, Juan Muñoz. Llegamos al kilómetro 26 desde donde se puede llegar a Huaquillas en 3 horas, a Riobamaba y a Cuenca, que era nuestro destino. Pasamos por la Reserva Ecológica de los  Manglares de Churute hasta llegar a Puerto Inca a orillas del río Cañar, donde desayunamos típica y fabulósamente en el Hotel Gran Puerto Inca, excelente alternativa para quienes no solo viajan desde Guayaquil sino desde el norte peruano, vía Aguas Verdes.

Luego de este reparador desayuno continuamos el viaje por la Vía Colectora Puerto Inca-Cuenca hasta nuestra próxima parada, el Parque Nacional de Cajas, un Humedad de Páramo en cuyas casi 30,000 has hay 765 cuerpos de agua y 230 lagunas quienes forman parte de un Sistema de Vulcanismo Viejo. Pasamos por Molleturo, zona de neblinas y antigua capital del reino de los Cañaris; luego pasamos por Tres Cruces, la Laguna Toreadora, el Jardín (Santuario) de la Virgen de Cajas donde Patricia Talbot, a fines de los 80s convocó a multitudinarias peregrinaciones tras la visión que tuvo de Nuestra Virgen María en 1988. En lo alto de esta zona hay una roca de apariencia innegable a una imagen de la Virgen.
Cerca a esta zona está Dos Chorreras donde hay muy buenos alojamientos, piscigranjas y lugares de rodeo y corridas de toros.
Tras este paso llegamos al propio Parque Nacional (donde solo está permitido el ingreso diario de 114 personas) y en donde realizamos una pequeña caminata alrededor de la laguna Llaviuca acompañados de un excelente anfitrión, el señor Juan González Harris un descendiente del Mariscal La Mar y un especialista de Relaciones Internacionales formado en Estados Unidos y residente en la zona, a quién saludamos desde estas líneas.
Cajas es un Bosque Montano Alto con una impresionante flora y es el highlight de esta ruta, antes de llegar a Cuenca.
Tras sortear alturas de 4,167 msnm en Tres Cruces y quedar maravillados con el verdor costero, zona de manglares y humedales, llegamos a la majestuosa Cuenca.

Nos esperarían tres intensos días donde recorreríamos sus calles y admiraríamos el intenso sentir religioso de una ciudad que tiene 52 iglesias, 17 de las cuales están situadas en su Centro Histórico, Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1999; sus casas coloniales y la ruta francesa; museos como el de Las Conceptas y el Museo Municipal de Arte Moderno; visitaríamos emprendimientos como el de la familia de Homero Ortega y sus afamados sombreros de Panamá hechos con paja toquilla (tejido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad), Ecuagena, donde se investiga, propaga, conserva y comercializa cientos de variedades de orquídeas, la Casa Museo de la Makana de José Jiménez, artesano de la técnica ancestral de tejido IKAT, el tradicional  “El Pan de las Hermanas Villacis” y al maestro joyero artesano Milton Pullopaxi del Museo de la Joyería Cuencana; así como también propuestas de agricultura orgánica como “Cuadruco” de Gregorio Villacis. Tampoco debemos dejar de  mencionar a la Empresa de Telecomunicaciones, Agua y Saneamiento (ETAPA), empresa pública no solo de excelente servicio sino también rentable.

Cuenca cuenta con una amplia oferta hotelera de aproximadamente 220 hoteles, hosterías y hostales con una capacidad de más de 9,000 camas. Hoteles de todo precio y de muy buena calidad como la Mansión Alcazar, el San Juan (donde nos alojamos y nos trataron maravillosamente), EL Hotel Santa Lucía,  el Azul de la Plaza, entre otros.  Cuenca también cuenta con baños termales, los cuales han sido transformados en muy buenos spa como Piedra del Agua y sus extraordinarias instalaciones y la hostería Durán que cuenta con instalaciones de lujo.
Ni qué decir de sus restaurantes como El Mercado, El Tucuman, Dos Sucres, El Cristo del Consuelo, Tiestos, Lola y centros de diversión como el Jazz Society Café, el Mayu, Jodoco y Yaku Lounge por citar solo cuatro. Y por supuesto no podemos citar a La Warmi de Catalina Abad y Tatiana Rodríguez quienes nos dieron una clase de cocina vivencial de Ecuador. Una maravilla¡

Y si de diversión se trata, en Cuenca la aventura está al alcance de la mano en actividades como el trekking, cabalgatas, escalada en roca,canopy y otros. Para los amantes de los extremo¡

La Atenas del Ecuador cuenta con muy buena gastronomía, fusión de lo andino con lo europeo  tal como lo es su vida cultural, sus artesanías, sus costumbres, sus fiestas religiosas y tradiciones. Sin embargo no por esa fusión no se deja de preservar y sus costumbres ancestrales provenientes de culturas como la Cañaris.

Este artículo pretende ser una primera mirada de un viaje maravilloso y que seguirá siendo contado en una serie de artículos más sobre nuestra visita a estas dos ciudades.
Con cargo a de relatar con mayor detalle nuestras experiencias tanto en Cuenca como en Guayaquil, terminamos esta nota sin antes agradecer a todos los mencionados (personas, organizaciones e instituciones), donde nos atendieron increíblemente bien y nos hicieron sentir como en nuestra casa.

Cuenca está de aniversario el próximo 3 de noviembre y se prepara para celebrar y como no podía ser de otra manera lo hará trabajando cuyos frutos son el Festival de la Lira, VI certamen de Poesía Hispanoamericana (6-9 de noviembre del 2017), el VI Festival de Cine La Orquídea de Cuenca (24 de noviembre- 1 diciembre del 2017) y el Festival Gastronómico Internacional “Cuenca entre Sabores”) (3 y 4 de noviembre). Mención aparte es el hecho que hará unos días, la prestigiosa Universidad de Azuay celebró su aniversario número 50 formando profesionales de alto nivel.

Como toda ciudad, tanto Guayaquil y Cuenca tienen agendas pendientes. Cuenca requiere reformar su sistema de transporte y como parte de ella se apresta a reiniciar los trabajos de construcción de un Tranvía de transporte público de pasajeros y Guayaquil, mejorar el manejo de residuos sólidos y la remodelación de las zonas adyacentes a una de las principales avenidas, la 9 de octubre. En el caso de Guayaquil hay una obra ya en estudio que tendrá un gran impacto, vale decir la construcción de un Teleférico que unirá Santa Ana con el Malecón adyacente al río Guayas. No dudamos que ello se lleve con éxito pues sus dos alcaldes tienen una comprobada y eficiente gestión, algo reconocido por muchos ciudadanos de ambas ciudades con quienes tuve oportunidad de conversar en mi paso por sus calles.

Deseamos el mejor de los éxitos a las gestiones de las autoridades del Distrito Metropolitano de Guayaquil y la Municipalidad de Cuenca quienes se han empeñado en una alianza estratégica que permita desarrollar un Corredor Turístico que una tres importantes destinos turísticos del hermano país del Ecuador; las Islas Galápagos y las ciudades citadas.
Salud con  un Canelazo¡¡¡




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viernes, 13 de octubre de 2017

UN VIAJE DE ANIVERSARIO: 9 AÑOS

Este 22 de octubre cumplimos 9 años escribiendo en nuestro blog, pensado para difundir los atractivos turísticos del Perú y en especial de Lima. Sin embargo no solo nos orientamos con una mirada turística propiamente dicha sino de todas las manifestaciones culturales de nuestro país, tal como lo hemos venido haciendo en estos años, no solo escribiendo sino operando diversos destinos del Perú.

Justamente, un antiguo viajero, Mauro, nos puso en contacto con Cristina y Renato, una simpática pareja de italianos a quienes en poco tiempo  les diseñamos su viaje de 24 días en nuestro país. Ustedes pueden ser parte de un viaje como el de ellos. Escríbanos a ecoreservas@ecoaventuravida.com 

Hoy les despedimos y se van de nuestro país felices de haber disfrutado de Lima La Incomparable y sus atractivos como el Centro Histórico de Lima, el Congreso de la República, el Olivar de San Isidro, los parques adyacentes a los acantilados de Miraflores, la Huaca Pucllana, el Castillo del Real Felipe, la Casa Ronald en el Callao, el balneario de la Punta y el magnífico barrio de Barranco. Ambos quedaron maravillados con el Museo Larco y con nuestra variada gastronomía  (fueron a Astrid & Gastón, Amoramar, Isolina, el bar del Hotel Country y el centenario Cordano). Luego de permanecer en Lima fueron a Paracas donde disfrutaron de los maravillosos paisajes de la costa peruana (Islas Ballestas, la Reserva de Paracas, laguna de Huacachina).

Luego continuaron su viaje a Nasca donde sobrevolaron las imponentes y enigmáticas Líneas de Nasca. Después continuaron su viaje con la comodidad y seguridad de Cruz del Sur hasta la ciudad de Arequipa, donde disfrutaron de su Centro Histórico, su campiña y la magnificencia del Convento de Santa Catalina y la excelente cocina de Chicha.

Después de una estadía de dos días en Arequipa fueron al Valle del Colca y continuaron el “full day” hacia Puno. En esta región permanecieron 3 días en el Lago Titicaca, pernoctando en la Isla Amantani y visitando las islas de los Uros y la isla de Taquile. Quedaron impresionados del lago y sus amaneceres así como la hospitalidad de la familia (Amadeo y Olga) que los alojó.

Tras esos extraordinarios días fueron con Inka Express a Cusco parando en Pucará, La Raya, Sicuani, el templo de Wiracocha y la grandiosa iglesia de Andahuaylillas.
Ya en Cusco visitaron el Centro Histórico, la Catedral y el Templo de Qoriqancha, Sacsahuamán, el Valle Sagrado (Pisac, Urubamba y Ollantaytambo). Pernoctaron la noche anterior al viaje a Aguas Calientes en Ollantaytambo, una mítica y auténtica ciudad inca. El viaje en tren de Peru Rail (servicio Vistadome) fue espectacular y más lo fue la visita a la inigualable ciudadela de Machu Picchu.
Al regreso al Cusco permanecieron dos noches más. Caminaron sus calles, fueron al Centro Qosqo, al Mercado de San Pedro, al Barrio de San Blas y a dos excelentes lugares, el Hotel Monasterio donde cenaron en su restaurante y  el Cicciolina.

Ayer regresaron con las maletas llenas de recuerdos; los ojos, el cerebro y el corazón llenos de impresionantes recuerdos y el agradecimiento por todas las atenciones recibidas a lo largo del viaje.

Aquí va el agradecimiento a los hoteles  Casa Fallieri y Villa Barranco (Lima), Hilton (Paracas), Nueva Cantalloc (Nasca), Fundador (Arequipa), Qalasaya (Puno), Marqueses (Cusco), Pakaritampu (Ollantaytambo) y Casa del Sol (Aguas Calientes) así como todos los operadores y guías que los atendieron en su primer viaje por el Perú.

Esperamos seguir escribiendo muchos años más. Este maravilloso viaje nos da las buenas vibras para seguir en este intento. Una vez más cumplimos con un lema de trabajo: "Recibimos un viajero y despedimos a un amigo".


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