EL INMENSO PLACER DE VIAJAR
El otro día conversaba con una amistad, respecto a qué era o que significaba un viaje. Para algunas personas, viajar es una rutina sin mayor trascendencia pero que repite año a año porque le traen satisfacciones. Para otras personas, significa algo más que unos días fuera de casa.
El viajar implica para empezar una preparación: leer sobre el sitio a visitar, contactar con una agencia especializada, comprar ropa adecuada y una serie de pasos previos que concluyen el día de la partida.
Durante el viaje, no sólo conocemos lugares sino personas, costumbres y la historia de estos sitios; hacemos las tradicionales compras y en un santiamén: el viaje aparentemente concluyó. De nuevo en casa.
Pero el viaje realmente no termina con el regreso a casa. Digamos que continúa. Ver de nuevo las fotos que tomamos, los videso que filmamos, el contacto con los nuevos amigos de lugares lejanos o con quienes circunstancialmente viajamos en un grupo; el recordar los momentos más bonitos, las anécdotas y quizás también los sobresaltos ya superados: todo esto hace que el viaje superviva durante toda nuestra vida.
El viajero frecuente alimenta su espíritu, se vuelve más tolerante y asimila muchas veces otras costumbres e idiosincrasias: en suma se vuelve más humano, más próximo, más amplio y aprende a valorar a las diversas culturas, lugares y quiere mas nuestro planeta - nuestro casa comun -
Por tanto, viajar no es un gasto superfluo sino una inversión para mejorar nuestra calidad de vida, nuestro espíritu y la mejor forma de recargar nuestras energías y aproximarnos mas a la gente y a nosotros mismos.
El otro día conversaba con una amistad, respecto a qué era o que significaba un viaje. Para algunas personas, viajar es una rutina sin mayor trascendencia pero que repite año a año porque le traen satisfacciones. Para otras personas, significa algo más que unos días fuera de casa.
El viajar implica para empezar una preparación: leer sobre el sitio a visitar, contactar con una agencia especializada, comprar ropa adecuada y una serie de pasos previos que concluyen el día de la partida.
Durante el viaje, no sólo conocemos lugares sino personas, costumbres y la historia de estos sitios; hacemos las tradicionales compras y en un santiamén: el viaje aparentemente concluyó. De nuevo en casa.
Pero el viaje realmente no termina con el regreso a casa. Digamos que continúa. Ver de nuevo las fotos que tomamos, los videso que filmamos, el contacto con los nuevos amigos de lugares lejanos o con quienes circunstancialmente viajamos en un grupo; el recordar los momentos más bonitos, las anécdotas y quizás también los sobresaltos ya superados: todo esto hace que el viaje superviva durante toda nuestra vida.
El viajero frecuente alimenta su espíritu, se vuelve más tolerante y asimila muchas veces otras costumbres e idiosincrasias: en suma se vuelve más humano, más próximo, más amplio y aprende a valorar a las diversas culturas, lugares y quiere mas nuestro planeta - nuestro casa comun -
Por tanto, viajar no es un gasto superfluo sino una inversión para mejorar nuestra calidad de vida, nuestro espíritu y la mejor forma de recargar nuestras energías y aproximarnos mas a la gente y a nosotros mismos.
Te animas a preparar maletas...aqui te esperamos!!!
Desde de este lugar de la mágica bruma.
Sus amigos y amigas de,
ECOAVENTURA VIDA & ASBRA TRAVEL PERU http://www.ecoaventuravida.com/
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