SOBRE VIAJES Y AMORES…
No soy una viajera empedernida, quisiera serlo si tuviese más recursos y tiempo. Pero les comento que me he propuesto aprovechar al máximo mis espacios libres para conocer distintos lugares y culturas porque de verdad se disfruta mucho, y sobre todo de compartir con gente magnifica.
Aquí les comparto una historia, diré mejor la mía, que ocurrió en un viaje inolvidable.
Un diciembre de Hace unos pocos años atrás, me sentía muy triste, casi sin ganas de celebrar las fiestas navideñas y del año nuevo con mis padres y hermanos y como siempre con otros amigos. Realmente pasaba unos días críticos, acababa de concluir una relación afectiva de casi 4 años de duración y se me había esfumado de pronto las ilusiones de tanto tiempo y el sueño de compartir finalmente una vida en común con quien era mi pareja. Los motivos del rompimiento?, como supondrán él venía manteniendo una relación paralela y al verse descubierto, trató de inventar mil excusas, pero finalmente todo acabo.
Una amiga de aquellas que siempre y felizmente están y procuran ayudarnos en circunstancias difíciles me entusiasmo para salir fuera de Lima, hacer algo diferente para recibir el nuevo año. Bueno como todo lo que quería era estar más lejos de los lugares y personas que me recordaban a él, entonces no lo pensé dos veces.
Nos anotamos en la agencia de viajes para salir rumbo a la costa sureña: Ica, Paracas, Nazca, disfrutaríamos del sol, del mar, de una cena playera el 31 para recibir el nuevo año y de sobrevolar las líneas de Nazca. Los costos me parecían hasta baratos para todo lo que se ofertaba, entonces ni hablar!
Nuestra agencia de viajes organizó la primera noche una fogata de bienvenida, todos estuvimos expectantes y mi amiga me animo a ponerme en forma y tratar de disfrutar un poco. Durante la presentación de los compañeros de viaje, me tocó estar próxima a un persona de más o menos 32 años, bien parecido, risueño y comunicativo todo lo cual le hacía bastante atractivo. Nos comento que era Venezolano. Conversamos bastante y nos divertimos todos. Francamente este nuevo amigo lograba inyectarnos muchas ganas de pasarlo bien e inclusive se mostró muy colaborador con todo el que necesitara algún apoyo. Compartimos todas las actividades y me fui sintiendo, casi sin proponermelo bastante atraída por él, como muchas otras chicas guapas de la excursión.
Para la cena playera de año nuevo, ya no hizo falta que mi amiga me recordara hacerme los retoques femeninos. Me resultaba sorprendente que casi en horas mis emociones hubiesen cambiado tanto. Esa noche estuvimos dialogando y bailamos. De una y otra forma me hizo saber que también se sentía atraído por mí, sin embargo no dejo de ser amable y amigable con los demás amigos.
Como comprenderán, me sentía muy complacida después de bastante tiempo y como es lógico, con la autoestima en la nubes, ya que mi novio y con ‘mi consentimiento’ había conseguido echarlo al sótano.
En el viaje de sobrevuelo en las líneas de nazca, nos sentamos juntos y de retorno a Lima igualmente. A ratos me sentía desleal con mi amiga, casi la había olvidado, pero ella también disfrutaba.
Luego de este viaje, compartimos alrededor de 3 meses juntos con algunas salidas en grupo en los que no faltaron los amigos de año nuevo y lo que es más aprendimos a conocernos cada vez más y a entendernos mucho y de muchas maneras. Me ayudaba en cuanta organizar mis trabajos de la Universidad, de la vida cotidiana y sobre todo hacia de la conversación un arte y más por su magnífico sentido del humor.
Un buen día le comunicaron que ya podía retornar a su país y reincorporarse a la vida militar, pues él era un oficial de mediana graduación del ejercito de su país, a los meses de su viaje de retorno me invito a visitarlo, con los pasajes pagados y de esta forma mantuvimos una relación afectiva muy intensa por casi dos años.
Mirando en retrospectiva este episodio de mi vida, diría que fue uno de los mejores, alcance una importante madurez emocional y un buen avance en mi vida profesional y familiar. Actualmente él y yo hemos formado familia cada uno, nuestra relación concluyó por otras razones que van más allá de los afectivo. Felizmente hemos logrado conservar una relación de amistad que tratamos de mantenerla siempre fresca.
Yo no olvido aquel viaje que me impulso a renovarme completamente y no dejar de ser joven y aventurera.
No soy una viajera empedernida, quisiera serlo si tuviese más recursos y tiempo. Pero les comento que me he propuesto aprovechar al máximo mis espacios libres para conocer distintos lugares y culturas porque de verdad se disfruta mucho, y sobre todo de compartir con gente magnifica.
Aquí les comparto una historia, diré mejor la mía, que ocurrió en un viaje inolvidable.
Un diciembre de Hace unos pocos años atrás, me sentía muy triste, casi sin ganas de celebrar las fiestas navideñas y del año nuevo con mis padres y hermanos y como siempre con otros amigos. Realmente pasaba unos días críticos, acababa de concluir una relación afectiva de casi 4 años de duración y se me había esfumado de pronto las ilusiones de tanto tiempo y el sueño de compartir finalmente una vida en común con quien era mi pareja. Los motivos del rompimiento?, como supondrán él venía manteniendo una relación paralela y al verse descubierto, trató de inventar mil excusas, pero finalmente todo acabo.
Una amiga de aquellas que siempre y felizmente están y procuran ayudarnos en circunstancias difíciles me entusiasmo para salir fuera de Lima, hacer algo diferente para recibir el nuevo año. Bueno como todo lo que quería era estar más lejos de los lugares y personas que me recordaban a él, entonces no lo pensé dos veces.
Nos anotamos en la agencia de viajes para salir rumbo a la costa sureña: Ica, Paracas, Nazca, disfrutaríamos del sol, del mar, de una cena playera el 31 para recibir el nuevo año y de sobrevolar las líneas de Nazca. Los costos me parecían hasta baratos para todo lo que se ofertaba, entonces ni hablar!
Nuestra agencia de viajes organizó la primera noche una fogata de bienvenida, todos estuvimos expectantes y mi amiga me animo a ponerme en forma y tratar de disfrutar un poco. Durante la presentación de los compañeros de viaje, me tocó estar próxima a un persona de más o menos 32 años, bien parecido, risueño y comunicativo todo lo cual le hacía bastante atractivo. Nos comento que era Venezolano. Conversamos bastante y nos divertimos todos. Francamente este nuevo amigo lograba inyectarnos muchas ganas de pasarlo bien e inclusive se mostró muy colaborador con todo el que necesitara algún apoyo. Compartimos todas las actividades y me fui sintiendo, casi sin proponermelo bastante atraída por él, como muchas otras chicas guapas de la excursión.
Para la cena playera de año nuevo, ya no hizo falta que mi amiga me recordara hacerme los retoques femeninos. Me resultaba sorprendente que casi en horas mis emociones hubiesen cambiado tanto. Esa noche estuvimos dialogando y bailamos. De una y otra forma me hizo saber que también se sentía atraído por mí, sin embargo no dejo de ser amable y amigable con los demás amigos.
Como comprenderán, me sentía muy complacida después de bastante tiempo y como es lógico, con la autoestima en la nubes, ya que mi novio y con ‘mi consentimiento’ había conseguido echarlo al sótano.
En el viaje de sobrevuelo en las líneas de nazca, nos sentamos juntos y de retorno a Lima igualmente. A ratos me sentía desleal con mi amiga, casi la había olvidado, pero ella también disfrutaba.
Luego de este viaje, compartimos alrededor de 3 meses juntos con algunas salidas en grupo en los que no faltaron los amigos de año nuevo y lo que es más aprendimos a conocernos cada vez más y a entendernos mucho y de muchas maneras. Me ayudaba en cuanta organizar mis trabajos de la Universidad, de la vida cotidiana y sobre todo hacia de la conversación un arte y más por su magnífico sentido del humor.
Un buen día le comunicaron que ya podía retornar a su país y reincorporarse a la vida militar, pues él era un oficial de mediana graduación del ejercito de su país, a los meses de su viaje de retorno me invito a visitarlo, con los pasajes pagados y de esta forma mantuvimos una relación afectiva muy intensa por casi dos años.
Mirando en retrospectiva este episodio de mi vida, diría que fue uno de los mejores, alcance una importante madurez emocional y un buen avance en mi vida profesional y familiar. Actualmente él y yo hemos formado familia cada uno, nuestra relación concluyó por otras razones que van más allá de los afectivo. Felizmente hemos logrado conservar una relación de amistad que tratamos de mantenerla siempre fresca.
Yo no olvido aquel viaje que me impulso a renovarme completamente y no dejar de ser joven y aventurera.
saludos,
Maritere
1 comentario:
mm q interesante nota creo q seguire la recomendacion, por tanto un favor m puedes hablar un poco de la empresa o empresas q dan este tipo d tours, desconosco del tema haber si m escribes t lo agradecere bastante: ose.carle@gmail.com
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