A pocos días de conmemorar los 479 años de la fundación española de Lima
hacemos esta nota no precisamente sobre la Lima que a diario vemos sino la que
está al norte; lo que antes llamaban “Cono Norte” y ahora por su avance es
llamada con más propiedad como “Lima Norte”.
Ayer, nuestro destino era Ancón donde fuimos para hacer un reconocimiento
previo para retomar nuestros próximos paseos marinos a las Islas de Ancón, un
grupo de islas que se visitarán partiendo
del muelle de embarque de la zona.
Para ir a Ancón pasamos por los distritos de Cercado, Rímac, San Martín,
Los Olivos, Puente Piedra y Santa Rosa. Modernas obras de infraestructura vial
permiten un paso más rápido si comparamos las penurias que se pasaban para
cruzar esta zona de la capital, unos años atrás.
Es cierto que hay un apreciable avance que se refleja en modernos centros
comerciales, centros educativos y otros pero aún la ineficiencia de sus
autoridades edilicias no permiten que sean lugares más limpios y ordenados. El
crecimiento en esta zona es sorprendente. Si usted amigo (a) que nos lee no ha
ido hará un año y regresa luego de ese lapso, encontrará nuevos asentamientos
humanos que hacen que el tramo entre Los Olivos y Ancón, que antes era dominado
por zonas arenosas no pobladas, hoy sea un continuo de viviendas y negocios a
la vera de la Panamericana Norte.
Ancón, nuestro destino final, es un histórico balneario con un pasado e
historia importante que hoy lucha por reverdecer lo que fue hace algunos años, quizás
unos 40 años atrás. Ancón fue sede de un conocido festival de música y en
febrero se realizaban las tradicionales fiestas de Carnaval. El poblador
tradicional de Ancón es orgulloso de su pertenencia y a pesar de las dramáticas
crisis que afrontó este balneario permanecieron ahí. Pero no solo los
pobladores que viven en sus modernos edificios o los socios de los clubes nauticos
son orgullosos de ser “anconeros” sino sus habitantes que en buena parte se
dedican a la pesca y al comercio. Hoy Ancón ha crecido y no es más el balneario
sino un distrito que cuenta con más de 41 mil habitantes.
Sin embargo a pesar de su orgullosa pertenencia, ésta no se ve reflejada en
un “plato típico” o algo que los una. En este balneario está ubicada una casona
histórica donde se discutieron los términos de paz con Chile, luego de la
infausta guerra del siglo XIX, casona que sin embargo no tiene siquiera una
placa que recuerde este hecho. Tampoco la histórica Estación de Tren que unía con Lima,
tiene un mejor presente pues hoy luce en estado lamentable.
Sin embargo es de destacar una muestra fotográfica de longevos pobladores
anconeros cuyos retratos lucen en un mural a pocos metros de la Plaza Principal
y muchas de sus típicas casas se muestran, en su mayoría, en buen estado
gracias a sus propietarios.
En esta plaza principal se yergue la Iglesia y a unos pocos metros está el
importante Museo que guarda vestigios de su historia incluso preinca, pues la
zona tuvo notoria influencia de la cultura Chancay.
Ancón cuenta con varias playas que reciben numerosos visitantes los fines
de semana, pero algunos lamentablemente
no cuidan el ornato e higiene, razón por la cual los clubes nauticos y los pobladores
que viven en los edificios del malecón intentan
restringir el paso, lo que es considerado por algunos como una muestra de exclusión pero que
más bien pareciera un intento de “defensa propia” frente al desorden generado.
Para movilizarse por su malecón aún existen en forma organizada las
“anconetas” (que trasladan a fuerza de las piernas de las personas que manejan
estos triciclos acondicionados ). A la par de esta tradición, se ve que nuevas
construcciones empiezan a levantarse como una apuesta por el futuro de este
distrito. Una muestra de ello es el restaurante “Deli Bakery” que se
levanta al pie de un pequeño acantilado
y donde no solo sirven buena comida sino tiene una magnífica vista al mar.
Ancón a todas luces merece un mejor destino, si bien lo encontramos limpio
y más ordenado aún requiere una serie de mejoras como en el embarcadero
público, en su mercado y tener un terminal para sus diferentes líneas de buses
que tienen su paradero en el distrito. Otra obra que es esperada es el parque
ecológico, pues en sus cercanías hay extensas áreas donde cada año florecen sus
lomas.
Las Islas de Ancón, destino turístico
que empezaremos a ofrecer a partir del mes de febrero, es un ecosistema
muy similar a la islas Ballestas, pero de más rápido acceso. En transporte
privado demora llegar desde Lima al embarcadero del distrito tan solo un poco
más de una hora. El transporte en que haremos el paseo marino serán embarcaciones artesanales que cuenta con los requisitos de
seguridad necesarios y un mínimo confort. Los dueños de estas embarcaciones
están asociados en una entidad que los une y cuenta con el aval del Municipio y
la autorización de la Capitanía del Puerto.
Esperamos que en su próxima visita este balneario sea acompañados de
ECOAVENTURA VIDA y puedan disfrutar de
un lindo “full day” en este histórico lugar.
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