Ayer domingo pasamos por el llamado “Pentagonito”, sede de la Comandancia
General del Ejército en el distrito de San Borja, en cuyas áreas adyacentes hay
amplias zonas verdes al servicio de la comunidad, donde personas de todas las
edades hacen ejercicios, corren, montan bicicleta o simplemente caminan. Un
área poco común en Lima, gracias al trabajo a la administración municipal de
San Borja.
Lima es una ciudad que cuenta con un apreciable déficit de áreas verdes
(cuenta con solo 3.7 m2 de áreas verdes
por habitante, frente a los 9 m2 de promedio que señala la Organización
Panamericana de la Salud) y por ello
estamos expuestos, sus habitantes, a las consecuencias de la contaminación. Por
esta razón es importante la labor de ese municipio distrital que además tiene
una importante iniciativa que fomenta el uso de la bicicleta.
Otras áreas verdes que cumplen un importante rol de recreación son los
Parques Zonales distribuidos en la periferia de Lima que no solo sirven de espacios
de recreación sino de difusión de cultura. Estos parques fueron mejorados en
anteriores administraciones ediles y la actual siguió esa tarea con buen tino.
Si seguimos hablando de las pocas áreas verdes con las que cuenta Lima,
podemos citar también el Bosque del Olivar en San Isidro, los parque situados
en la parte alta de los acantilados en Miraflores; el Parque Castilla en Lince
y el Campo de Marte. Salvo los tres primeros que sí cumplen un rol no solo de
recreación, el Campo de Marte aún requiere un impulso para que sus áreas
ofrezcan una variada oferta como lo hacen otros espacios verdes.
También debemos destacar la gestión de las autoridades en el distrito de
Pueblo Libre, uno de los distritos con mayores áreas verdes en la capital.
A todos los citados también debemos mencionar al Parque de la Reserva donde
se encuentra el Circuito Mágico del Agua y el Parque de la Exposición que no
solo requieren más espacios verdes sino mejorar los actuales con los que
cuentan ambos.
A pocos días del inicio de la COP20 en nuestra capital al “agenda verde”
tiene una serie de pendientes entre ellos incrementar el número de metros
cuadrados por habitante; ejecutar un plan concordado en los distritos
adyacentes a la Costa Verde (tanto de Lima como del Callao) y asegurar la
intangibilidad de las áreas adyacentes a la cuenca del río Lurín, las Pampas
de Ancón y las zonas de las Lomas en diversos distritos de la capital, muchas
de ellas amenazadas por invasiones de traficantes de terrenos.
También debemos señalar el pulmón que representa el Golf de San Isidro,
espacio privado que algún “iluminado” quiso estatizar; mientras el Parque Los
Próceres (también conocido como Matamula) así como el Campo de Marte han sufrido
severos recortes donde se ha ”sembrado cemento” en vez de verde.
Finalmente queremos resaltar una iniciativa, que otros distritos deberían
replicar, del Concejo de Lince que ha impulsado los llamados “techos verdes”,
vale decir la siembra de plantas en los techos del distrito. A seguir ese
ejemplo¡¡
No hay comentarios:
Publicar un comentario