Sentarse en torno a una fogata y conversar animadamente es parte de nuestro
chip milenario cuyos antecedentes provienen desde cuando nuestros antepasados
eran nómades o recién empezaban a ocupar un área de terreno agreste sin la más
mínima comodidad como las que conocemos hoy en día.
Mucha gente es amante de salir de su entorno y buscar oportunidades de
ponerse en contacto con la naturaleza pero no todos están dispuestos a afrontar
estrecheces o hacer grandes esfuerzos físicos para lograr ese disfrute.
Entonces es necesario contar con espacios para ese tipo de viajeros, espacios
que no solo deben estar disponibles para socios de clubes privados sino
también, que aunque con pagos módicos, espacios privados o administrados por
los municipios que permitan un mínimo de comodidad que incluya el uso de baños,
áreas de camping así como entornos saludables y seguros.
¿Contamos con ellos? Hasta donde sabemos no existe un directorio por
regiones que nos permita conocer ubicar esos lugares. Primer punto a resolver
que a no dudar, en teoría, es sencillo de resolver. Sin embargo el tener una
oferta de lugares con un mínimo de acondicionamiento requiere tiempo e
inversión de recursos, que en muchos casos están disponibles en las regiones.
Para una sola idea, en Chile hay 531 lugares con cerca de quince mil espacios
para acampar, sin embargo gente especializada de ese país reclama aún una mayor
cultura de conservación de los espacios visitados, algo que también nosotros
adolecemos.
¿Existe demanda significativa y por tanto suficiente?. Como lo dijimos
inicialmente hay toda una corriente que busca contacto con la naturaleza así
como una oferta de equipamiento que permite satisfacer las necesidades de
personas que buscan vivir experiencias al aire libre. El desconectarse de lo
citadino, de la vida agitada, del Smartphone es algo que cada vez es más
apreciado. Hoy en día las comunicaciones interpersonales se han debilitado a
tal punto que cuatro personas pueden estar sentadas en una mesa de un café y
cada uno estar sumido en su “mundo virtual”, sin interactuar con los
“presentes”.
Estas salidas buscando experiencias al aire libre permiten espacios de comunicación
con la familia, con los amigos. Como dicen los amantes de estas experiencias,
no hay como despertarse y escuchar el trinar de las aves o al anochecer , en
las penumbras, interiorizarnos en una amena conversación. De hecho el Perú
tiene una vasta geografía donde se mezclan diferentes pisos ecológicos que nos
ofrecen variadas oportunidades, desde el desierto hasta la selva más alejada.
Claro está que para propuestas más extremas se requiere el apoyo de
especialistas. Por ejemplo, espacios muy cercanos como las Lomas de Lachay,
Lomas de Lúcumo o la Albufera de Medio Mundo (región Lima) son buenas
referencias para empezar, si es el caso, en esta apasionante vida.
El amor por la vida al aire libre empieza desde muy pequeños y el entorno
más cercano es la familia; por ello ECOAVENTURA VIDA ofrece programas dirigidos
a ella (http://ecoaventuravida.blogspot.com/2014/06/programas-outdoor-para-familias-nueva.html)
Otra posibilidad es el movimiento Scout con quienes los niños desde
temprana edad desarrollan amor por la naturaleza y aprenden los secretos de la
vida al aire libre.
La vida al aire libre también nos brinda la posibilidad de ponernos en
contacto con la naturaleza a través de actividades como el canotaje, la
bicicleta de montaña, el senderismo, el trek o el andinismo.
Para un disfrute de estas alternativas, para mayores informes, no duden en
escribirnos a ecoreservas@ecoaventuravida.com
o visitar nuestra página web https://www.ecoaventuravida.com
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