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miércoles, 26 de agosto de 2020

EN ESPERA



Se esperaba que se abrieran las fronteras y con ello permitir los vuelos internacionales y por ende el flujo de pasajeros.

Lamentablemente ello no se ha producido y se dice que recién será el próximo año, debido a la situación por la que atraviesa el Perú debido a la crisis sanitaria.

Entre tanto miles de empresas vinculadas al sector turismo colapsan y están a punto de quebrar o ya ha sucedido ello. Cualquier apoyo financiero temporal no será suficiente mientras no exista la posibilidad de vender y ello no se da pues no hay clientes o sea turistas sea receptivos o peruanos que viajan para conocer nuestros diferentes atractivos o de otros países.


Mientras tanto, ¿qué hacer? Se anunciaron obras como el Tren Macho, los funiculares en Choquequirao, el avance en la línea de Metro2 y el avance de las obras de la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez y la construcción del aeropuerto de Chinchero, entre otras. ¿Algo se está haciendo? ¿Hay fecha cierta de inauguración de las obras concluídas?

Estas obras posibilitarán un mejor servicio para los turistas pero ante todo se tiene que controlar el virus chino y sus consecuencias (contagios y muerte). Sin ello, nada será posible. Nuestro país está en el ojo del mundo y negado como destino y nosotros los peruanos no somos bienvenidos por la gravedad de nuestra situación de salubridad.

Y si fuera así, para qué viajarían los turistas, ¿para encerrarse en un hotel? Los locales vinculados a la diversión están cerrados y los restaurantes atienden con muchas restricciones.

Hay un Viceministerio de Turismo y un organismo promotor del mismo (PROMPERU). ¿Qué están haciendo? ¿Funcionan sus estadísticas? ¿Hay un plan para promover el Perú como destino al día siguiente de la vacuna covid, una de las salidas que permitirán regresar a la normalidad, lo que en el turismo significa que la gente viaje, sea con el fin que sea. El día que esto ocurra, los hoteles volverán a tener ocupabilidad; los aviones, buses, trenes, lanchas y otros trasladarán viajeros; las agencias de viajes venderán paquetes turísticos; los guías mostrarán nuestros atractivos; los restaurantes atenderán a gente ávida por saborear nuestra gastronomía y millones de compatriotas en general se beneficiarán del círculo virtuoso del turismo.


Desgraciádamente, muchos dejarán de operar pero tengo la convicción que la gran mayoría se levantará como en 1990 cuando vivimos una tremenda crisis. El peruano es resilente, trabajador y creativo. No nos derrotarán.

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