Ayer veíamos en un canal de televisión
vía cable un informe sobre la Isla de Ischia que se encuentra situada frente a
Nápoles, Italia. De tan solo 46.3 km2 y recibe más de seis millones de turistas
al año. Su principal atractivo son sus spas curativos, algunos imponentes
castillos y restos de la época romana. Hago esta mención y la comparo con nuestra
realidad. El Perú recibirá este año solamente alrededor de cuatro millones de
habitantes con una variedad inmensa tanto de productos como de atractivos
turísticos.
Como se entenderá, el reto es
inmenso empezando por trabajar en la mejora de infraestructura a través de la
inversión estatal y en alianza con inversionistas privados a través de las
APPs. Esto como primer paso y luego seguir en la ruta que se trabaja desde el
ministerio del ramo en coordinación con otras instancias como los municipios y
por supuesto con los operadores turísticos, a fin de promover el Perú como
destino turístico.
Un ejemplo de lo que se podría
hacer es lo que está pendiente en la región Puno. Los turistas pernoctan tan
solo 2 o 3 noches como parte de un programa que consiste en visitar el lago
Titicaca – sea en un full day o en un programa vivencial que incluye una noche
en la Isla de Amantani o Taquile- y visitar en ruta, quizás las imponentes
chullpas de Sillustani.
¿Pero sabrán los viajeros
nacionales o extranjeros que la región Puno tiene otros atractivos? Es posible
que no y ello constituye un reto para sus autoridades, el cual es promocionar
la variedad de atractivos que tiene esta hermosa región del sur peruano.
Por ejemplo pocos saben que en la
ciudad de Lampa hay una réplica de “La Piedad” de Miguel Angel. Esta hermosa
ciudad colonial dejó de estar cercana a la vía que une Puno con Cusco y por ello
pocos viajeros llegan a ella.
Otros de los atractivos de Puno
son las iglesias coloniales de Juli y Pomata camino a la frontera con Bolivia,
vía Yunguyo o el enorme potencial que hay para hacer turismo vivencial tanto en
las Islas Flotantes de los Uros, las islas de Taquile y Amantani y en otros
lugares como Llachón, Chucuito, Anapia y otros lugares. Así mismo, Puno tiene
un enorme potencial para desarrollar el turismo esotérico en increíbles zonas
como Chucuito, Aramu Muru o Tinajani.
Un atractivo que aún está por
descubrir es la zona de selva. ¡Quién diría de su existencia cuando la gran
mayoría relaciona Puno con el Altiplano¡. En la zona de Sandía hoy se produce
variedades de café gourmet como el Tunki y el Uchuñari y siguiendo la ruta nos
adentramos y llegamos al Parque Nacional Bahuaja Sonene con un enorme potencial
para el ecoturismo y turismo de aventura.
Como vemos, el gran reto de Puno,
de sus autoridades, de sus empresarios y de sus pobladores es poner en valor el
enorme potencial de la región. Se requiere inversión en infraestructura, como ya
mencionamos, y a ponerse a trabajar en promocionar Puno, región que debería ser
un destino turístico en sí, tanto para los viajeros nacionales como extranjeros
que nos visitan.
Por lo pronto una proyecto está a punto de concretarse en realidad. Una
sentida necesidad de los pobladores de las islas flotantes de los Uros será
satisfecha gracias a la inversión del Estado que posibilitará una mejor calidad
de vida y mejores oportunidades para sus pobladores. Gran noticia sin duda.
Qué así sea¡¡¡
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