A pocas horas de cumplirse el centenario del nacimiento de Mario Moreno Reyes, todo el mundo hispano lo recuerda con enorme alegría. Ah, me olvidaba, para los desmemoriados: me estoy refiriendo al gran Cantinflas.
Lamentablemente este recuerdo se empaña por la pelea legal por su herencia. Pero esto es lo anecdótico.
El gran Cantinflas nació en el DF, ciudad que hoy lo homenajea con exposiciones, presentaciones de libros, presentaciones de sus películas y el día de mañana, 12 de agosto su voz volverá a escucharse en el Auditorio Nacional y en los megáfonos de todas las estaciones de Metro de la ciudad. Hasta un tequila por su centenario, un videojuego, una serie de 26 capítulos de dibujos animados de once minutos cada uno, jabones y toallas; serán motivo para recordarlo.
Cantinflas con su fisonomía poco ortodoxa (pañoleta, pantalón a la cadera, un sombrerito, una camisa blanca y un bigote ralo) representó al pobre de los años 30, con un discurso enredado que decía mucho y a la vez nada. “Ni si, ni no; sino todo lo contrario” fue uno de sus tantos dichos que inmortalizó. La Real Academia Española reconoce ese hablar y lo ha inmortalizado con el verbo “cantinflear” o sea “decir mucho entreverado y sin sentido”.
Cantinflas filmó 51 películas y cortometrajes donde hizo de torero, de político, policía, taxista, lustrabotas, bailarín, etc. De palabra fácil y desenfadado actuar, empezó como comediante popular en las llamadas “carpas” con el sobrenombre de “Polito”, luego “Cantinflitas” para convertirse en el inmortal Cantinflas. Dicen que como su personaje favorito era el “beodo”, el público le gritaba en las presentaciones populares..”en la cantina te inflas”, lo que derivó en “Cantinflas”.
Cantinflas actuó en la película “La vuelta al mundo en 80 días”, la misma que ganó cinco Oscar (1956), pero mencionaré la primera que vi en el cine: Patrullero 777 en el cine Tacna, como la de mi mayor recuerdo. “El Profe”, “Ahí está el detalle”, “Los siete machos” y tantas y tantas son las películas que nos traen recuerdos.
Mario Moreno se casó con la rusa Valentina Ivanova en 1934. Fue actor, empresario, cantante, productor pero sobre todo: un genio del humor y símbolo de los latinos. Murió el 20 de abril de 1993 de cáncer al pulmón y sus restos descansan en su ciudad natal
En su epitafio está escrito: “Parece que se ha ido, pero no es cierto”. 100 años después, Cantinflas sigue más vivo que nunca.
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