No somos partidarios del desorden ni de los excesos como tampoco lo somos de las medidas “efectistas” que atentan contra la libertad de empresa y el libre albedrio de las personas.
Todo ello lo decimos a raíz de que ayer vimos en un reportaje de la televisión, cómo el Alcalde del Cusco está tomando una serie de medidas que ponen en peligro la estabilidad de cientos de empleados y la inversión realizada por empresarios no solo cusqueños sino de diversas partes del Perú e incluso de otros países, quienes han abierto una serie de locales de diversión en esta ciudad.
Creemos que es necesario que se cumplan las medidas sobre todo de seguridad y de conservación del patrimonio cultural de la ciudad imperial. En ese punto estamos de acuerdo pero suena “poco serio” que después de 57 meses, recién se den cuenta que algunos locales de diversión no cumplen con las normas establecidas. Defensa Civil y otras instancias municipales deben preocuparse por ello pero con una actitud proactiva y no cerrando locales a diestra y siniestra.
Cusco es una ciudad conocida en el mundo no solo por haber sido la capital del Imperio Incaico sino también por ser una ciudad “que no duerme” y que brinda diversión a sus visitantes durante todo el año. Ese es un “plus” que los turistas de todas las edades y nacionalidades valoran. Creemos que es obligación y responsabilidad de la Policía Nacional así como de la Municipalidad Provincial; brindar seguridad y combatir cualquier atisbo de delincuencia que ponga en riesgo a los visitantes y a los propios habitantes del Cusco.
Escuchamos con sorpresa cómo el Alcalde comete algunos gruesos deslices: por ejemplo al decir que “sugiere” que las discotecas o bares se vayan a distritos periféricos. Como si mudar toda una inversión hecha sea tan simple como levantar una carpa, desconectar una radio y mudarse¡
Hay toda una vida nocturna en Cusco que se nutre del intercambio sociocultural que incluso ha dado vida a los llamados “bricheros”. Esto es parte de la forma de vida que cada quien escoge y que en todo caso es una opción personal, divertirse hasta las 12 o 6 de la mañana. Estamos en contra si de cualquier tráfico de personas, del llamado “turismo sexual” o del tráfico de drogas que pudiera existir en la “movida cusqueña”; pero no por ello vamos a levantar ideas “inquisidoras” en pro de la “moral y las buenas costumbres”.
Algo similar ya se vislumbra en Lima. La “alcaldesa” (que pareciera que estuviera aún en descanso) ya estaría por plantear la limitación del horario de atención en el circuito de diversión de la Plaza San Martín y en todo el Centro Histórico so pretexto de velar por la “tranquilidad y seguridad”.
Exijamos que las autoridades den las facilidades para que hay más inversión pero segura y de calidad. Muchos empresarios han apostado también por Lima y merecen que se respete las “reglas de juego” entre ellas el horario de atención siempre y cuando no se afecte la tranquilidad de los vecinos.
Todo ello lo decimos a raíz de que ayer vimos en un reportaje de la televisión, cómo el Alcalde del Cusco está tomando una serie de medidas que ponen en peligro la estabilidad de cientos de empleados y la inversión realizada por empresarios no solo cusqueños sino de diversas partes del Perú e incluso de otros países, quienes han abierto una serie de locales de diversión en esta ciudad.
Creemos que es necesario que se cumplan las medidas sobre todo de seguridad y de conservación del patrimonio cultural de la ciudad imperial. En ese punto estamos de acuerdo pero suena “poco serio” que después de 57 meses, recién se den cuenta que algunos locales de diversión no cumplen con las normas establecidas. Defensa Civil y otras instancias municipales deben preocuparse por ello pero con una actitud proactiva y no cerrando locales a diestra y siniestra.
Cusco es una ciudad conocida en el mundo no solo por haber sido la capital del Imperio Incaico sino también por ser una ciudad “que no duerme” y que brinda diversión a sus visitantes durante todo el año. Ese es un “plus” que los turistas de todas las edades y nacionalidades valoran. Creemos que es obligación y responsabilidad de la Policía Nacional así como de la Municipalidad Provincial; brindar seguridad y combatir cualquier atisbo de delincuencia que ponga en riesgo a los visitantes y a los propios habitantes del Cusco.
Escuchamos con sorpresa cómo el Alcalde comete algunos gruesos deslices: por ejemplo al decir que “sugiere” que las discotecas o bares se vayan a distritos periféricos. Como si mudar toda una inversión hecha sea tan simple como levantar una carpa, desconectar una radio y mudarse¡
Hay toda una vida nocturna en Cusco que se nutre del intercambio sociocultural que incluso ha dado vida a los llamados “bricheros”. Esto es parte de la forma de vida que cada quien escoge y que en todo caso es una opción personal, divertirse hasta las 12 o 6 de la mañana. Estamos en contra si de cualquier tráfico de personas, del llamado “turismo sexual” o del tráfico de drogas que pudiera existir en la “movida cusqueña”; pero no por ello vamos a levantar ideas “inquisidoras” en pro de la “moral y las buenas costumbres”.
Algo similar ya se vislumbra en Lima. La “alcaldesa” (que pareciera que estuviera aún en descanso) ya estaría por plantear la limitación del horario de atención en el circuito de diversión de la Plaza San Martín y en todo el Centro Histórico so pretexto de velar por la “tranquilidad y seguridad”.
Exijamos que las autoridades den las facilidades para que hay más inversión pero segura y de calidad. Muchos empresarios han apostado también por Lima y merecen que se respete las “reglas de juego” entre ellas el horario de atención siempre y cuando no se afecte la tranquilidad de los vecinos.
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