En ocasiones leemos sobre quejas de viajeros respecto a ciertas prácticas comerciales de algunas empresas de turismo. Como dice el argot popular; “en las mejores familias pasa”. Felizmente que estas circunstancias están normadas y el organismo regulador de la competencia INDECOPI o el propio PROMPERU atienden y dan solución a estas quejas.
Pero quienes también debemos estar atentos de inescrupulosas personas son las propias agencias de viaje.
La creciente influencia del uso del internet permite acceder a foros donde se comparte información sobre viajes y con un mínimo de conocimientos sobre el uso de los “buscadores” podemos obtener un sinnúmero de información que nos permite planificar nuestro viaje, además de las guías serias como “Lonely Planet”, tan conocidas ya por todo aquel que desea viajar por su cuenta. Sin embargo esto no es suficiente. La mejor forma de planificar un viaje es con ayuda de una agencia de viajes seria que nos plantee un viaje a “nuestra medida”.
Por ello no falta gente que apela a fingir ser clientes y recorren una y otra agencia preguntando, obteniendo información y en el peor de los casos hacen la reserva para obtener nombres de hoteles, horarios, itinerarios y luego no regresan o simplemente apelan a cualquier argucia para retirarse y volver a la carga.
Por ello no falta gente que apela a fingir ser clientes y recorren una y otra agencia preguntando, obteniendo información y en el peor de los casos hacen la reserva para obtener nombres de hoteles, horarios, itinerarios y luego no regresan o simplemente apelan a cualquier argucia para retirarse y volver a la carga.
Está claro que ”tiempo es dinero” y la información “cuesta”. Es por eso que debemos estar atentos y tener un “sexto sentido” que nos permita detectar a estos malos compradores.
Un primer punto para reconocerlos es que estas personas “saben mucho”, porque ya han preguntando antes varias veces y desean esclarecer más aún los datos conocidos. Entonces nos preguntan por itinerarios muy específicos, algo que no es común en aquellos que indagan de “buena fe”.
Otro de los puntos a notar es que estas personas "requieren" saber con premura los nombres de hoteles, horarios de buses o trenes e incluso detalles muy puntuales del viaje solicitado. Está claro que esto lo deben saber, pero cuando ya han pagado. Una agencia de viajes está obligada a detallar lo que ofrece pero en términos genéricos. No es necesario informar detalladamente antes de efectuarse la venta. El agente de viaje si debe preguntar al potencial cliente detalles que le permitan ofrecer un viaje que satisfaga sus necesidades como por ejemplo tipo de hoteles, tiempo disponible o horarios de los vuelos, sea de llegada al país o de regreso, para el caso de viajeros extranjeros.
Un primer punto para reconocerlos es que estas personas “saben mucho”, porque ya han preguntando antes varias veces y desean esclarecer más aún los datos conocidos. Entonces nos preguntan por itinerarios muy específicos, algo que no es común en aquellos que indagan de “buena fe”.
Otro de los puntos a notar es que estas personas "requieren" saber con premura los nombres de hoteles, horarios de buses o trenes e incluso detalles muy puntuales del viaje solicitado. Está claro que esto lo deben saber, pero cuando ya han pagado. Una agencia de viajes está obligada a detallar lo que ofrece pero en términos genéricos. No es necesario informar detalladamente antes de efectuarse la venta. El agente de viaje si debe preguntar al potencial cliente detalles que le permitan ofrecer un viaje que satisfaga sus necesidades como por ejemplo tipo de hoteles, tiempo disponible o horarios de los vuelos, sea de llegada al país o de regreso, para el caso de viajeros extranjeros.
Somos incluso de la idea de que cualquier asesoría requerida debe ser cobrada con cargo a descontarse en caso los viajeros decidan comprar en nuestra agencia.
Creemos que es necesario frenar estas prácticas que afectan a los prestadores de servicios. Estemos atentos y evitemos que esta gente se burle de nosotros y obtenga beneficios sin haber pagado nada por ello.
Creemos que es necesario frenar estas prácticas que afectan a los prestadores de servicios. Estemos atentos y evitemos que esta gente se burle de nosotros y obtenga beneficios sin haber pagado nada por ello.
La confianza y respeto mutuos deben normar esta actividad como muchas otras.
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