La Cordillera Blanca es sin duda uno de los entornos naturales más hermosos de nuestro país. No en vano es la Cordillera Tropical más alta del mundo. Sin embargo no todo se reduce a belleza. La Cordillera Blanca es fuente de vida pues sus glaciales constituyen la reserva más grande de agua dulce, los mismos que están en peligro de perderse por el cambio climático.
Cabe destacar que entre el 50 y 70% de la electricidad proviene de hidroeléctricas y ante una reducción del caudal del agua, nuestra economía sufrirá severos daños; sobre todo la agricultura y con ello la seguridad alimentaria. Ante ello urgen medidas como la forestación, reforestación, recuperación de ríos contaminados y las consecuencias ambientales de la minería, sobre todo informal.
Justamente en estos días El Comercio ha recibido la cesión de uso de las imágenes de la ascensión al Quitaraju (6036 msnm) por parte del catalán Oscar Cadiach y Puig quien en 1985 fue el primer ser humano que subió al Everest sin oxígeno. Cadiach alerta sobre los peligros que acechan a raíz de la reducción de los glaciares tropicales, 70 % de los cuales se encuentran en el Perú: Un dato alarmante es que se calcula que los glaciares debajo de los 5,500 metros corren peligro de perderse.
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