Un sondeo de la empresa IPSOS publicado en el prestigioso diario El
Comercio nos muestra la agenda pendiente
respecto al transporte en la ciudad de Lima. Un 70 % de los habitantes de Lima se movilizan en transporte público
(combis, micros y buses), un 4 % en el Metropolitano y 1% en el Tren Eléctrico,
vale decir que demanda hay como bien recalca el experto Miguel Torres. Ese 75 % de limeños pasa 105 minutos –en promedio por día-
movilizándose entre su hogar y sus centros de labores, estudios y otro lugares.
Frente a esta problemática, se intentó realizar una reforma del transporte
a través de cinco corredores complementarios y otras rutas llamadas
alimentadoras; sin embargo este primer esfuerzo quedó en stand by no solamente
por el fracaso inicial en la puesta de operaciones de dos primeros corredores (que unen los distritos del Rímac con
Miraflores y un segundo que une la ciudad de este a oeste, desde el distrito de
San Miguel hasta el distrito de La
Molina y visceversa)sino porque la nueva administración de Lima Metropolitana
aún no tiene una propuesta para mejorar lo hecho y seguir con la implementación
de los otros tres corredores complementarios
así como las rutas alimentadoras. El tema pasa porque el transporte público en Lima funcione en forma integrada, vale decir como un
verdadero sistema forma ordenado y eficiente y que tanto los servicios del Metropolitano como el Tren Eléctrico
amplíen el número de unidades vehiculares y trenes, respectivamente, a fin de
que en las llamadas “horas punta” no haya las actuales molestias que sufren los
usuarios de esos sistemas.
El problema del transporte público, por cierto, no se limita a esas
importantes reformas sino va de la mano con la necesidad de realizar importantes obras de infraestructura vial,
que ya se está avanzado como el caso de la llamada Línea Amarilla o Parque
Rímac y otras más. El tema es que estas
obras al no estar integradas, generarán cobros de peajes en exceso y quiénes
finalmente tendrá que asumir nuevos sobrecostos serán los propios usuarios.
Dos puntos importantes que aún no se logra darles solución son; el servicio de taxis que satura las calles de Lima –se empezó una reforma
que finalmente no llegó a nada concreto- y la falta de una Autoridad Autónoma que maneje el transporte público tanto en Lima
Metropolitana como en el Callao, asunto que está también pendiente pese a
lo conversado entre ambas nuevas autoridades ediles.
Finalmente, un tema que está también en pendiente es el respeto de las normas por parte de los peatones. Muchos accidentes
se producen porque no se cruza por los pasos indicados. mediante los puentes
peatonales o se respeta los semáforos.
La solución de esta problemática no
solo traerá un mayor orden y una ciudad más amigable sino los propios
ciudadanos asumirán menores costos vinculados al transporte tanto los visibles
como son los pasajes así como los no tan visibilizados como es por ejemplo el tiempo que se pasa
sentado en una unidad de servicio público.
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