¿Es
posible cambiarle el rostro a Lima? Para algunos escépticos es una misión casi imposible pero para quienes
creemos en el potencial de la ciudad y en el espíritu de sus empresarios, claro
que es posible.
Y hablamos de zonas como los Barrios Altos, el Rímac, la zona de Moserrate , La Victoria y Breña
que hoy presentan graves cuadros de deterioro no solo de su entorno sino en la
misma situación de sus moradores. Revertir esta situación requiere no solo la
activa promoción de la Municipalidad Metropolitana y las distritales sino
también de inversionistas privados que tengan un marco promotor que combine la protección de lo arquitectónico con la
promoción de la calidad de vida de quienes moran en las zonas y las iniciativas
empresariales.
Todo esto coincide con diversas obras como la restauración de la zona antigua del
Rímac – incluyendo la Alameda de los Descalzos y la Quinta de Presa – así como
el futuro teleférico que unirá la ciudad con el Cerro San Cristóbal. Sin
embargo hay zonas asociadas sobre todo a la historia musical de la ciudad que
podrían relanzarse en el marco de una ruta
de la Música Criolla (recuerden por ejemplo el famoso Cuartel Primero, el
barrio de Monserrat o las famosas peñas de Barrios Altos, Breña y la Valentina
de La Victoria).
En estos días se está acelerando la salida de las
imprentas del Centro Histórico, lo que conllevará que habrá cientos de m2
libres que tendrán que ser ocupados en otros tipos de negocios y proyectos
residenciales que tengan el visto bueno de la Municipalidad. Hacia ellos
debemos apuntar, de tal manera que no solo el
Centro Histórico tenga vida durante el día sino que sea un lugar vivo todo el
día.
En cuanto a los Barrios Altos, no solo debemos poner atención a su pasado musical
sino en sus iglesias y conventos, a
antiguos lugares emblemáticos como la Quinta Heeren. En la zona del Centro –
al otro lado de la Avenida Tacna - hay
iglesias y santuarios como la Iglesia de
San Sebastián donde se ofician misas en idioma Quechua y la Iglesia de las Nazarenas donde está
la imagen del Señor de los Milagros así como el santuario de Santa Rosa y la casa de San Martín de Porres. Todo
ello tiene un gran potencial para ponerlo en valor y que miles de turistas
visiten esos lugares.
Todo pasa entonces por autoridades que asuman su papel promotor, que el Ministerio de Cultura
promueva una inversión sostenible y que proteja el patrimonio histórico.
Ejemplo de lo que no debe hacerse hay muchos. Lo importante es que sitios
históricos mantengan su esencia y no como en el caso del Palais Concert o la antigua casa Welsch que hoy son sede de lugares
muy diferentes de lo que fueron. Por ejemplo hay que destacar el rol cultural
que cumplen el Centro Cultural
Garcilaso, la Casa O Higgins y la Casona Riva Agüero (ambas sedes de
instituciones de la Universidad Católica), quienes cumplen un gran papel
difusor de cultura y peruanidad.
Hay decenas de casas por recuperar como la Casa Courret, la antigua sede del Diario
La Prensa, la Casa Negreiros, la Casa de Osambela, entre otras.
Hay
mucho que hacer..MANOS A LA OBRA¡¡
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