Smiley face

Páginas

miércoles, 12 de junio de 2013

MODERNIDAD VS CONSERVACION: UNA FALSA DISYUNTIVA

En el diario El Comercio, el periodista Carlo Trivelli expone con meridiana claridad sobre la falsa disyuntiva entre la “modernidad” (proyectos de inversión en infraestructura) y la preservación de restos arqueológicos que podrían estar ubicados en donde se quiere hacer éstos.
Un dispositivo que pone como plazo 20 días para determinar si hay o no restos de nuestro pasado, ha sido el detonante para que muchas personas levanten su voz de protesta por lo que podría ser el inicio de la destrucción masiva de huacas y otros restos. Un ejemplo lamentable es Puruchuco donde se construirán dos túneles que posibilitarán la ampliación de una importante vía a costa de poner en riesgo este importante centro arqueológico de notable valor histórico.
Sin embargo, el plazo  planteado en  la dación del mencionado dispositivo no es  en si el problema  sino la eficiencia con la que deben trabajar los organismos estatales como el Ministerio de Cultura; no solo para determinar si hay o no restos arqueológicos sino para contar con un adecuado catastro de ellos y su adecuada conservación. Para todo ello, el Estado debe presupuestar los recursos necesarios para hacer el trabajo eficiente y establecer previamente qué hacer con los restos encontrados.
Como bien dice Trivelli, lo importante no son los restos y objetos hallados sino la información que aportan sobre nuestro pasado y lo que ello conlleva como “identidad”, factor indudable de desarrollo.
Lima es una ejemplo de lo que no debe hacerse en cuanto no solo conservación de restos sino de infraestructura y patrimonio histórico. Recordemos nomás qué pasó con las murallas coloniales que sobrevivieron a los terremotos. Solo se conservan restos en el Parque La Muralla.
Ni qué decir de los tranvías que dieron paso a ampliación de avenidas y hoy hubieran seguido siendo un medio de transporte masivo eficiente y ecológico.
La inacción del Estado para promover la conservación de nuestro patrimonio se refleja en el estado ruinoso de muchas casonas no solo en Barrios Altos, Rímac o Monserrate; sino a pocos metros del Palacio de Gobierno. Ello refleja sin duda la poca importancia por nuestro pasado y sobre todo por nuestra identidad. Otro ejemplo lamentable fue la destrucción de la Portada Morisca en la entrada de la Avenida Arequipa cuya replica hoy la vemos en el Parque de La Amistad en Surco.
El estudio de los restos no solo sirve para aportar información sobre nuestro pasado sino que una vez puestos en valor, forman parte de nuestro patrimonio cultural, por el cual miles de turistas (divisas) vienen hasta nuestro país para admirarlo. Está claro que el Estado tiene un papel preponderante pero no olvidemos el papel de los privados. Ejemplos valederos de ello son el Museo Larco o el Osma, administrados por privados y que son de los mejores en su temática.
A solo 22 años del V Centenario de la fundación española de Lima, un arduo trabajo espera para sacar lustre al título de Patrimonio Cultural de la Humanidad (Centro Histórico) y a esta tarea, hay que agregar el importante papel del diario El Comercio y de la propia Municipalidad Metropolitana que buscan revalorar el pasado preinca de la ciudad, resaltando que más allá de ser colonial o republicana, Lima tuvo un pasado grandioso y de importante contribución a lo que hoy es la ciudad.





No hay comentarios: