Llegamos a las fiestas de fin de año. Las reuniones de amigos, las familiares. Las dudas de siempre. ¿Qué se hará de comida?. Para los que no les
gusta asumir los afanes propios de la preparación de comida; la salida más fácil
es abrir unas cuantas bolsas de bocaditos, cortar un trozo de queso o salchichas
y poner aceitunas en platos.
Para los que prefieren una buena
comida hay muchas opciones. Nuestra variada y sabrosa gastronomía nos da
"n" posibilidades.
Sin ser reiterativos en nuestras apreciaciones, la gastronomía involucra no
solo lo que vemos en los platos sino todo un esfuerzo de un gran “círculo virtuoso” que empieza en el campo y termina en los
restaurantes donde se emplean no solo a cheffs sino a mozos,
administrativos, someliers y maitres. Ese círculo no solo se circunscribe por
cierto a nuestro país sino también a todo un proceso de exportación de bienes, servicios
y franquicias. El impacto socio-económico es por tanto altísimo.
Luego de recordar esto; volvamos a las posibilidades que podemos barajar
para nuestras reuniones.
Para los brindis iniciales, el
infaltable PISCO PERUANO en sus
diversos cocteles, desde el famoso Pisco
Sour, los macerados, combinados con frutas o el Chilcano y para aquellos
que prefieren “sin alcohol”, decenas de frutas están a la mano para hacer unos
exóticos jugos: coconas, maracuyás,
chirimoyas, guanabanas, tumbos, papayas arequipeñas y tantas otras.
Para entremeses, nuestras papas
nativas bañadas en las deliciosas salsas “Huancaína” y “Ocopa”; una tabla de quesos peruanos como el Paria,
los quesos cajamarquinos, de Moquegua o del valle de Majes y una selección de
las mejores aceitunas de los valles iqueños.
Luego, una entrada que sorprenda a
nuestros invitados; unos “fondos” de
alcachofas que crecen en el Valle del Mantaro rellenas de langostinos del “Mar
de Grau” en salsa de curry y gratinadas con queso.
Y para el plato de fondo; el cereal de los Dioses Incas: la QUINUA, “atamalada”, con un sabroso
filete de pechuga de pavo en salsa blanca, un filete de lomo de cerdo en salsa
de mango picante o un filete de trucha de Puno en salsa de pimientas.
De postre, un mouse de “berries”,
que ya se cultivan en nuestros campos y para asentar, una copita de Anís
Nájar Arequipeño y una taza de café Tunki
de Sandia, gourmet y 100% orgánico.
Como ven, no es necesario apelar a
platos de otros lugares o productos que no se producen aquí. Calidad al alcance
de todos.
Fomentemos una nueva cultura gastronómica "navideña" y exportémosla al mundo.
“Salud” …y “Buen Provecho”
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