Smiley face

Páginas

miércoles, 25 de marzo de 2015

SAQUEMOS LECCIONES DE LAS DESGRACIAS


Lecciones del pasado reciente no son aprendidas y la naturaleza vuelve a cobrar víctimas y causa destrozos en las quebradas del distrito de Lurigancho-Chosica. Así como en ese caso, otras áreas de Lima son ocupadas a raíz de invasiones y los precarios habitantes, tarde o temprano, pagarán su osadía de retar a la naturaleza.
La pregunta que cae de madura es saber qué hacen las autoridades para enfrentar estos problemas y evitar esas desgracias. No es la primera vez, y lamentablemente no será la última que ocurra hechos como los acaecidos ayer en Lurigancho-Chosica.

Así como ocurren esas invasiones, lechos de ríos y zonas de altísima humedad como el llamado “Ticlio” en Villa María del Triunfo son ocupadas por invasiones y no tardarán de ocurrir una desgracia y las consecuentes lamentaciones.
Sin embargo, otras zonas son ignoradas por las autoridades como es el caso de los 6 kilómetros adyacentes al río Rímac que iban a convertirse en un gran parque ecológico y cuyo proyecto ha sido olvidado para dar paso a una obra en infraestructura vial en la entrada al Centro de Lima. Es inconcebible que un espacio como aquel sea olvidado y los acantilados adyacentes al río Rímac sean grandes depósitos de basura mientras en otras ciudades, estas áreas no solo son recuperadas sino que adhieren altísimo valor como en el caso del río Támesis en Londres.
Lima no solo vive de espaldas al Océano Pacífico sino también a espaldas de las cuencas del Rímac, del Chillón y Lurín, cuyas tierras agrícolas se ven amenazadas por el avance de la urbanización. ¿Qué deberá pasar en Lima para que las cosas cambien?  Ya hemos lanzado la idea de crear macro distritos en Lima para  mejorar la administración de recursos escasos; pero no es solo eso. Se requiere también autoridades preparadas que enfrenten los problemas con equipos de trabajo eficientes y que no solo respondan a favores políticos y menos aún que la concesión de las obras públicas sean entregadas a las empresas que den el “mejor incentivo”.
Hay iniciativas muy buenas que han requerido trabajo y mucha imaginación como es el programa “Techo Verde” en el distrito de Lince que fomenta los cultivos hidropónicos en las azoteas o el programa de alquiler de bicicletas en San Borja o los novísimos “cines bajo las estrellas” en Miraflores. Como se ve, no se requiere grandes presupuestos pero sí gran dosis de querer hacer bien las cosas.
Hay otras situaciones que sí hay que demandar que se hagan prontamente y pasan primero por saber bien que se va hacer con esas zonas como es el caso de la Costa Verde, las áreas monumentales del Centro Histórico y zonas adyacentes como Barrios Altos, Rímac, Breña, La Victoria  y Monserrate. Un ejemplo de lo que falta hacer es la inacción para restaurar uno de los ocho edificios que rodean la Plaza 2 de Mayo, que se incendió hará ya varios meses y hasta ahora sigue tal como quedó luego del siniestro. Otro ejemplo del paso del tiempo es la Plaza Bolognesi que muere lentamente mientras una sociedad patriótica ha restaurado uno de los bloques que da a la Avenida Guzmán Blanco.

Esperemos que de las desgracias saquemos lecciones de qué hacer y que lo que se tenga que hacer, se haga prontamente.




No hay comentarios: