Ir a la ciudad de Puno es
siempre una buena oportunidad para pasar algunas noches en el altiplano
peruano. Puno tiene el enorme atractivo de estar a orillas del impresionante
lago Titicaca y desde su puerto lacustre se parte para adentrarnos a su
inmensidad y visitar sus increíbles islas.La oferta es variada y todas ellas
ofrecen la posibilidad de compartir vivencias con sus pobladores.
Desde una opción “premium” en la
Isla de Suasi, pasando por propuestas no tan elaboradas pero ya consolidadas
como las islas flotantes de los Uros, Taquile
o Amantani o en sitios aún por
descubrir y promocionar como Tikonata,
las islas del archipiélago de Anapia o en lugares como Capachica (Llachón),
Atuncolla o Karina y Luquina.
Estos lugares tienen no solo la magia de estar en el circuito del lago
Titicaca, que nos ofrece la oportunidad
de ver un amanecer diferente sino la oportunidad de compartir con sus pobladores son guardianes de un saber
milenario, sea en el arte de tejer, técnicas agrícolas o conocimientos místicos
que atrapan a muchos interesados en el tema.
Salvo en el hotel que está en la isla de Suasi, en todos los demás lugares
debemos compartir algunas limitaciones que sufren sus habitantes como por
ejemplo que no hay agua caliente pero ello no es motivo para no disfrutar de
una estancia inolvidable. Recibir las múltiples muestras de hospitalidad de sus
pobladores suple con creces esas limitaciones. Las comidas saben diferente
gracias al uso de ingredientes naturales o peces recién salidos del lago y a
las diestras manos de las personas que las preparan.
Las Islas más accesibles son las de
los Uros que no son otras que islas artificiales hechas con totora donde viven
los descendientes de los antiguos pobladores. A partir de este punto, se puede ir a las otras islas o lugares asentados
en las orillas del lago.
Cada uno de los lugares tienen sus atractivos, desde las ceremonias místicas milenarias que se celebran en la isla de
Amantani como los programas vivenciales que se ofrecen combinados con deportes
como el trekking, navegación a vela, entre otros o el compartir las actividades
diarias de sus pobladores, como labrar, cosechar o salir de pesca en las aguas del lago.
La forma más usual para acceder a los diferentes lugares es la navegación
en el lago, partiendo de Puno. El tiempo de los trayectos depende del punto de
llegada y del tipo de embarcación usada. Para aquellos que deseen trasladarse
con rapidez, pues tienen poco tiempo, hay veloces lanchas pero recomendamos tomar lanchas de mediana velocidad. No vale la pena
apurarse pues justamente la idea es pasarla sin el apremio de las prisas
citadinas.
Justamente leía hoy en un diario local sobre la importancia de saber combinar
experiencias para dar origen a nuevas formas de promocionar nuestros
atractivos y en este caso se referían a la ruta Qhapaq Ñan que este año pasará por
diversos lugares y en particular por Puno, que es la región mayor
productora de este cereal domesticado hace 2000 o 3000 años. Turismo y gastronomía son dos elementos que combinados producen una sinergia especial.
Esperemos que en sus próximas
vacaciones, programe una estadía en esta región que nos ofrece muchas
posibilidades no solo de ver sino de experimentar gratas sensaciones.
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